Salud y autonomía en la Ciudad de México

Texto y fotos: Cooperativa Panamédica

El equipo de la Cooperativa Panamédica

México DF. México ha sufrido crisis institucionales, sociales y culturales diversas. El sector de servicios públicos de salud así como otros sectores del Estado, no han sido la excepción. Estas crisis sucesivas se han hecho visibles en una dura recesión y un profundo desgaste nacional, en el que el modelo neoliberal vivido desde la década de los años ochenta está llegando a límites inimaginables, con manifestaciones como la generación de una serie de reformas institucionales que apuntan principalmente a la privatización, descentralización y deterioro de los servicios brindados por el Estado. Dichas reformas son dictadas como “recomendaciones” de organismos internacionales y acatadas por el Estado mexicano sin que éste las cuestione en modo alguno, tal es el caso del Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS), el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y el Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas Mexicanas de la Secretaría de la Defensa Nacional (ISSFAM), por citar algunos. En estos casos es posible observar las consecuencias de dichas reformas, las cuales se reflejan en la insatisfacción de los usuarios, la falta o baja calidad de los servicios, así como en la frustración del personal de salud ya que no cuenta con las condiciones mínimas y necesarias para brindar un servicio de calidad. Esto ha ocasionado, entre otras cosas, que se pretenda justificar con ello el despotismo médico.

En este contexto, las instituciones públicas de salud, a pesar de ofrecer cobertura a un porcentaje considerable de la población, no tienen la capacidad de respuesta que exige una creciente demanda. Además los servicios de salud (en sus distintos niveles de atención) no se proporcionan con la calidad requerida, continuando su deterioro, el cual se manifiesta a diario en la falta de personal, sea general o especializado, en el déficit de camas o en la carencia de medicinas, incluso de aquellas consideradas en el cuadro básico.

En esta línea, la iniciativa privada adquiere fuerza como proveedor de servicios de salud, por su capacidad de abarcar zonas geográficas diversas y cercanas a los usuarios, acercando con ello los servicios para las necesidades inmediatas aunque, lamentablemente, convierten el derecho a la salud en mercancía. Por tal motivo, el ciudadano promedio se ve obligado a realizar gastos fuera de lo programado, conocido como gasto de bolsillo, el cual, según los estudios desarrollados por diversas instituciones académicas, sigue aumentado y es el principal ingreso de los servicios privados de salud.

Entonces por un lado tenemos a un Estado que no cumple con su obligación de proporcionar servicios adecuados de salud, y por el otro, a la iniciativa privada que proporciona servicios de salud a un costo elevado y absurdo o, a un bajo costo que implica malas condiciones laborales para sus empleados e incluso instalaciones inadecuadas para prestar el servicio.

Bajo este panorama, el usuario de dichos servicios no reconoce oportunidades de elección reales para el acceso a servicios de salud, dignos, de calidad y económicamente justos. A su vez, los profesionales formados en la salud se enfrentan con un mercado laboral obsoleto, deficiente, inaccesible, explotador y corrupto, que copta su desarrollo profesional, evitando con ello la práctica formativa, humana, digna y social estimada.

Autonomías de servicios de salud. Cooperativa de Salud Panamédica

Ante este panorama, parte de la sociedad se ha unido en la búsqueda de cubrir éstas necesidades por medio de asociaciones civiles que propicien bienestar y condiciones dignas de atención y servicios. Tal es el caso de los vecinos organizados de Pedregal de Carrasco (1) , que bajo la premisa de mejorar la calidad de vida de los habitantes de ésta demarcación han gestionado, a través de su cooperativa de ahorro, préstamo y consumo denominada Movimiento y Desarrollo Cooperativo (MOVYDECO), y con el apoyo de un grupo de profesionistas de la salud recién egresados, la fundación de una estructura que ofrezca servicios médicos de calidad, accesibles geográficamente, dignos y que permitan a los profesionales desarrollar un compromiso profesional y social con condiciones dignas de trabajo.

Así es que en 2007 nace el proyecto de la cooperativa Panamédica, con el propósito de “(…) prestar atención clínica de calidad, realizar actividades de prevención de la enfermedad y promoción de la salud al público en general, a los civiles organizados, a organizaciones del sector solidario, a las instituciones públicas y a las privadas, respondiendo a las necesidades de salud de la comunidad en donde la cooperativa tenga influencia, de manera accesible y bajo los principios del cooperativismo y la economía solidaria”

Los servicios de la cooperativa Panamédica se han caracterizado por la calidad y calidez que ofrecen sus socios y colaboradores: profesionistas jóvenes, recién egresados, y sus especialistas. Cada socio está comprometido con la economía solidaria bajo la premisa de brindar un servicio que promueva la salud y oriente a la población hacia la prevención de enfermedades, la curación y recuperación. Todo bajo un esquema de promoción constante de la ayuda mutua, reduciendo con ello las relaciones injustas y generando nuevas formas de construir la producción, el intercambio y el compromiso autónomo de las organizaciones y los individuos, así como la construcción y transformación de las relaciones laborales.

Siguiendo estos objetivos, lo que inició siendo una cooperativa de producción se ha transformado en una cooperativa mixta de producción y consumo de servicios de salud. Lo que implica un compromiso más directo y participativo entre socios, colaboradores y usuarios, que se encuentran, bajo este esquema, en un mismo nivel jerárquico. Este proceso se ha enfrentado a múltiples dificultades legales y jurídicas, lo que se ha reflejado en un crecimiento lento y ha evitado la posibilidad de socializar y hacer extensivo el proyecto. Sin embargo, Panamédica ha seguido su crecimiento a lo largo de cuatro años gracias a la iniciativa y entusiasmo de socios y colaboradores, quienes han mantenido los principios y valores que la instauran, como son la solidaridad en contra sentido de la competencia, la autogestión en contraste a la dependencia económica, asistencial o paternalista de los servicios del Estado, y el trabajo colectivo, entendiéndolo como la posibilidad de maximizar las posibilidades ante el individualismo creciente de los modelos neoliberales. Todo a través de ir tejiendo vínculos con organismos regionales, nacionales e internacionales como cooperativas, instancias educativas, la Alianza Cooperativista Nacional (ALCONA) y Solidaridad Mundial (WSM) entre otras, que han brindado un gran soporte al proyecto.

En la actualidad, Panamédica concentra a profesionales de la salud del área de estomatología, psicología, optometría, nutrición, medicina; así como algunas especialidades en ortesis, prótesis, medicina del deporte, clínicas de aprendizaje y terapias alternativas; además de contar con la primer farmacia social del Distrito Federal, y un área de talleres para la salud y la educación cooperativa.

Panamédica ahora, está construyendo las bases para generar, un “Modelo de trabajo en salud” que permita ofrecer servicios de salud, más económicos y solidarios, a colectivos, cooperativas, alianzas y sociedad organizada, (manteniendo el servicio a la población abierta) por lo que está generando sinergias importantes, y para la cuales, será necesario el apoyo e interés de grupos y organismos interesados en participar e impulsar el trabajo social y solidario encaminado a la promoción y prevención de la salud, a partir de la diversificación de fuerzas y saberes.

Es por ello que estamos invitando a seguir éste proyecto, a interesarse en él y buscar la participación cercana, nos interesa que se sumen de otros lados y de diversas formas. Considerando, que en la medida en que se incorporen fuerzas, será posible discernir claramente el alcance de las organizaciones solidarias y facilitar la configuración de redes que soporten los embates de gobiernos e instituciones del Estado. Con ello será mayormente posible vivir una autonomía real a nivel social, grupal e individual.

Actualmente trabajan en Panamédica seis médicos, cinco dentistas, cinco psicólogos, dos optometristas y tres nutriólogos. Eventualmente se invita a especialistas de diferentes áreas para complementar la prestación de servicios Panamédica atiende a una población base de mil 300 usuarios a los cuales se les dan mensualmente 400 prestaciones de diferentes servicios, como son: consulta médica, dental, psicológica, optométrica, nutricional, de especialidades, farmacia, óptica, talleres de salud para adultos y niños, así como servicios de masajes y relajación.

La apuesta es la participación, el interés y la construcción de nuevas formas de relación entre organizaciones unidas, respetando y reconociendo el trabajo organizado de cada una de ellas, bajo la única premisa de generar bienestar, justicia y dignidad desde la sociedad y para la sociedad misma. En los ámbitos de participación, promoción y autogestión de modelos de enseñanza, cultura y salud enfocados a consolidar realidades diferentes que nos permitan ver, escuchar, promover valorar de los lazos solidarios y construir con ello un nuevo proyecto ético de vida.

NOTAS

1. Pedregal de Carrasco es una colonia al sur del Distrito Federal con una población de más de 25 mil habitantes (según censo de 2010). Está organizada en un conjunto de unidades habitacionales que desde su fundación, en 1973, no cuenta con un espacio para el cuidado de la salud de sus habitantes (aunque originalmente está planeado en el proyecto original). Desde ese enfoque, se encuentra en una situación de marginación geográfica que hasta la fecha no ha sido resuelta. De acuerdo con el enfoque estatal, por cada dos mil habitantes debe existir un centro de salud con los servicios básicos en un perímetro de tres kilómetros; para una población de más de cinco mil habitantes debe existir una unidad de atención primaria con servicios de hospitalización ambulatoria. El acelerado crecimiento demográfico de la ciudad y su poca planeación favoreció que este tipo de carencias se repitan en casi todas las colonias. Si consideramos que la Villa Panamericana padece de esta segregación, es un problema generalizado.

Publicado el 01 de Agosto de 2011

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