Salen de penales federales las personas detenidas el día 20 Libres los 11 por falta de pruebas; a juicio, 15 en el DF (30/11/14, La Jornada)

Eirinet Gómez, Myriam Navarro y Fernando Camacho

El titular del juzgado 17 del Poder Judicial Federal, Juan Carlos Ramírez, dictó auto de libertad en favor de los 11 detenidos por la policía el 20 de noviembre pasado en el Zócalo de la ciudad de México, por falta de elementos para procesarlos.

A las 10:30 horas, los familiares y diplomáticos de Chile recibieron la resolución que determinó la libertad de los 10 mexicanos y un chileno por pruebas insuficientes para acreditar en su totalidad los elementos del cuerpo del delito de lesiones (y) asociación delictuosa, de los que los acusó la Procuraduría General de la República (PGR).

El resolutivo beneficia al chileno Laurence Maxwell Ilabaca y a los mexicanos Atzín Andrade González, Hugo Bautista Hernández, Juan Daniel López Dávila, Luis Carlos Pichardo Moreno, Francisco García Martínez, Roberto César Jasso del Ángel, Ramón Domínguez Patlán (o Issac Domínguez Ayala). Asimismo, a Tania Damián Rojas, Hillary Analí González Olguín y Liliana Garduño Ortega. Estas últimas internadas en una prisión de alta seguridad en Tepic, Nayarit.

Reacción en Bellas Artes

La noticia trascendió de inmediato en la ciudad de México. Los familiares de los detenidos ofrecieron una conferencia de prensa en la explanada del Palacio de Bellas Artes, donde exigieron la renuncia del titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, por las irregularidades cometidas en el arresto y consignación de sus parientes.

Édgar Garduño Ortega, hermano de Liliana, recordó que Murillo claramente lo dijo: si nuestros familiares no eran procesados, él renunciaba. Ahora le pedimos que renuncie, subrayó en medio de gritos de ¡que se largue! por parte de los asistentes.

Los parientes agradecieron la solidaridad mostrada por la gente y señalaron que este tipo de aprehensiones buscan generar miedo entre la sociedad para evitar que salga a protestar.

También leyeron un comunicado, en el cual expresan su indignación por el montaje judicial con el que fueron detenidos nuestros familiares. Denunciamos las agresiones contra el derecho que tenemos todos a manifestarnos contra la violencia de Estado, así como la criminalización de la protesta, dice el texto.

En Xalapa, la noticia de la liberación fue celebrada por los padres de familia que llevaban 48 horas acampando en las afueras del juzgado. Comenzaron a aplaudir, a abrazarse y a corear ¡libertad! Algunas madres soltaron lágrimas.

A las 16:07 horas, siete de los detenidos salieron del penal federal número cinco de Villa Aldama. Fuera del reclusorio, las familias y abogados los recibieron con aplausos, abrazos y gritos de apoyo: ¡libertad, libertad!

No tengo palabras para todo esto, a veces pasan estas cosas para que abramos los ojos. Pero aquí estamos, y no vamos a dejar de luchar, comentó Roberto César Jasso del Ángel.

Gracias a la gente que sin conocernos nos apoyó, a veces uno se siente solo, pero esto demuestra que el pueblo está unido. No tengo más que agradecerles a todos los que estuvieron ahí. Voy a seguir luchando por todos. Vamos a seguir adelante. Ni un paso atrás, dijo Issac Domínguez.

Gracias a los que nos apoyaron desde fuera. No existen palabras para todo el apoyo que recibimos, agregó Hugo Bautista Hernández.

Por su parte, las tres jóvenes enviadas al Centro Federal de Readaptación Social número cuatro, ubicado en El Rincón, municipio de Tepic, Nayarit, abandonaron la prisión a las 15:42 horas entre lágrimas, abrazos y gritos de alegría. Las tres se abrazaron a sus seres queridos que desde las 10 de la mañana las esperaban a orilla de la carretera México-Nogales, bajo un árbol.

Antes, Jesús González Alcántara, vocero de Derechos Humanos y Democracia, y los padres de familia ofrecieron una conferencia de prensa en un hotel al oriente de Tepic, donde denunciaron la arbitrariedad con la cual fueron detenidas las tres y su inocencia.

Casi finalizaba la conferencia cuando se le avisó a González Alcántara que un juzgado con sede en Veracruz había resuelto que los 11 detenidos del 20 de noviembre quedaban en completa libertad.

Con llanto y la voz entrecortada, Hillary González dijo: Siento que hizo falta más atención médica a mis compañeras, no las atendieron mucho; las demás internas me trataron muy bien, lejos de todo lo que se dice de la prisión.

Liliana Garduño mostró un pantalón negro roto de la rodilla derecha para abajo y golpes en la pantorrilla. “Los policías, al momento de la detención, me golpearon demasiado, me aflojaron los dientes, me tuvieron que suturar la pierna y aquí a veces recibía los medicamentos y a veces no; las internas nos sobajan mucho porque te traen aquí como delincuente.

Fue un daño sicológico la manera en que nos trataron, como delincuentes; da tristeza todo esto, pero en estos momentos me siento fuerte, porque salimos y eso nos va a dar valor para seguir adelante.

Las jóvenes fueron trasladadas por una patrulla de la Policía Federal al pie de la carretera donde las esperaban sus familias. La docena de agentes se mantuvieron armados, junto a un camión Rinoceronte que bloqueaba el acceso izquierdo a la carretera que conduce al penal.

Tras abrazarse y dar declaraciones subieron a una camioneta tipo Sprinter para regresar a la ciudad de México.

En la capital veracruzana, en tanto, el chileno Laurence Maxwell Ilabaca fue llevado por las autoridades penitenciarias a la delegación del Instituto Nacional de Migración para revisar su estatus migratorio. Salió de ahí a las 22 horas.

El legislador chileno Jorge Insulza comentó: “Nos alegra mucho la resolución final, pero también sentimos que los pudieron dejar en libertad mucho antes, y finalmente se ha corroborado que no había aquí un delito, porque cuando se señala que no hay pruebas suficientes es que tampoco hubo delito.

Esperamos que México pueda rencontrar caminos de paz, de tranquilidad y de respeto total al estado de derecho. Vamos a seguir pendientes de Maxwell, él tiene un gran cariño por México y esperamos que esta situación sea sólo un intervalo que quede atrás rápidamente.

El diplomático comentó: Lo que pasa en México nos recuerda las violaciones a los derechos humanos de nuestra dictadura, y claro, en nuestro país fue un régimen totalmente orientado a eso, aquí todo indica que lo que hay es una penetración de la corrupción en los organismos públicos que ha derivado también en la violación a los derechos humanos.

Justicia para todos

Se ha hecho justicia, eso es lo que esperábamos, no sólo para mi hijo, que yo esperaba con gran expectativa, sino justicia para todos, comentó Alberto Maxwell Canales, padre de Laurence.

“Siento que fue terriblemente injusta la detención de mi hijo y del resto de los muchachos; por tanto, esta resolución es estrictamente justiciera, y más que justiciera es lo que debía ser, nada más que eso, lo que debía hacerse. No podía haber otra resolución.

Nunca debieron estar presos, ¿cómo iban a poner en prisión de alta seguridad a gente que no ha cometido absolutamente ningún delito? Esto, más allá que justicia, es lo debido.

El extranjero dijo que después de abrazar a su hijo analizará si él continuará una queja por violaciones a derechos humanos a que fue sometido Laurence durante la detención.

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