Todas las señales de alerta están encendidas en Roma ante la jornada de movilización social de este sábado. Se espera que unas 30.000 personas salgan a la calle en una llamada a la sublevación general contra la política de austeridad del gobierno de Enrico Letta.
Unos 4.000 policías intentarán mantener la situación bajo control, en un día en el que se teme que hagan acto de presencia elementos violentos. Este viernes ya hubo protestas, pero discurrieron sin incidentes.
Trabajamos en condiciones cada vez más precarias. Nos obligan a salir en caso de necesidad hasta los 60 años. Somos pocos y nuestros vehículos e instalaciones están en malas condiciones, dice un bombero.
Nos contratan por días. Trabajamos en colegios y guarderías, y cada día tenemos que esperar que la ciudad de Roma nos llame para ofrecernos una jornada de trabajo, explica una mujer.
La movilización será muy heterogénea. En la calle habrá desde movimientos de extrema-izquierda a anarquistas, ecologistas o inmigrantes. Todos opuestos al proyecto de presupuesto para 2014 del Gobierno de coalición italiano.
