Videos: Valentina Leduc

Ciudad de México | Desinformémonos. Alrededor de 35 mil personas se reunieron el pasado 14 de enero en el pueblo de Lützerath, Alemania, para protestar contra la ampliación de una mina de lignito de la empresa energética RWE. Durante la manifestación hubo un despliegue policial para desalojar a los activistas, quienes fueron golpeados y dispersados con gas pimienta y cañones de agua.

A la protesta pacífica, en la que los activistas realizaron cadenas humanas para impedir la entrada al pueblo, llegó también la policía montada a caballo y agentes con perros, a los que azuzaron contra los defensores del territorio.

La represión contra la protesta multitudinaria formó parte del operativo policial para desalojar el pueblo de Lützerath y abrir paso a la empresa RWE, la fuente más grande de dióxido de carbón en Europa.

A pesar de la represión, algunos activistas lograron mantenerse dentro del pueblo para impedir el paso de los policías, pero medios de comunicación internacional informaron este lunes que los últimos dos activistas en resistencia salieron del pueblo atrincherado.

En Lützerath, los defensores construyeron casas sobre los árboles para detener su tala, ocuparon las casas abandonadas por el desplazamiento forzado, construyeron barricadas y realizan festivales culturales para concientizar sobre la defensa del territorio y oponerse a la mina.

El 28 de marzo de 2022, la corte alemana avaló la actividad de extracción de carbón de RWE, a pesar de las denuncias de violaciones ambientales y a los derechos humanos. La decisión de la corte a favor de la minera permitió iniciar con las acciones del gobierno para desalojar el pueblo, entre ellas el despliegue policial y la represión.