Ante el incumplimiento de todos los acuerdos firmados por el Estado mexicano, mediante un comunicado,  los padres y madres de Ayotzinapa y los estudiantes normalistas de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, le exigen la presentación inmediata con vida de los 43 estudiantes desaparecidos y el castigo a los responsables materiales e intelectuales.

Que de forma inmediata se saque la investigación de la SEIDO y se traslade a la Subprocuraduría de Derechos Humanos así como se conforme un nuevo equipo de trabajo con personas de experiencia y de confianza del grupo de expertos GIEI.

Que cese la criminalización, hostigamiento, descalificación y represión en contra de los estudiantes y padres de familia de la normal de Ayotzinapa.

El 24 de septiembre los padres y madres de los estudiantes desaparecidos y alumnos de la Escuela normal entregaron al Ejecutivo federal un pliego de peticiones con ocho puntos  exigiendo el cumplimiento de las principales recomendaciones del informe del GIEI, así como el replantear la investigación y los procesos de búsqueda con vida de sus hijos.

El  20 de octubre pasado, el Estado mexicano firmó un convenio de colaboración de diez puntos con el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), mismo que hicieron público en la audiencia llevada a cabo ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en Washington. Uno de los acuerdos fundamentales fue: Sacar la investigación de la SEIDO y llevarla a la Subprocuraduría de Derechos Humanos,  para ello se formaría un nuevo equipo de trabajo con personas de experiencia y de confianza del GIEI y de los padres de los 43 estudiantes.

El  29 de octubre de 2014, Enrique Peña Nieto firmó una minuta de acuerdos con diez puntos, en la que se comprometió a hacer todos los esfuerzos para localizar a los estudiantes desaparecidos.

Todos estos compromisos han sido incumplidos y por el contrario, el gobierno en todos sus niveles, ha desatado una feroz campaña de descalificación y represión contra la Escuela Normal de Ayotzinapa, los estudiantes, los padres y su movimiento.  En este marco denuncian las agresiones sufridas el 11 de noviembre pasado, situación que se suma a la cadena de actos represivos que contra los estudiantes normalistas se ejecutan desde 2007, con violencia, tortura, asesinatos y desapariciones hacia los jóvenes y sus familias.