Con viento y a la intemperie

Silvia Adoue

Reflexiones junto a los cañaverales en llamas

Araraquara, setiembre de 2024

“Ya está llegando la primavera. El 21 de setiembre llueve”, me dice Reinaldo, que trabaja en tres lugares para poner comida en la mesa y pagar las cuentas atrasadas del mes. David (a quien le pongo este nombre por las dudas), otro vecino de la huerta del barrio habla de manera diferente. Nos hicieron un reportaje en la televisión local, porque quieren privatizar el área pública de la huerta junto al arroyo: “esto pasa porque el lucro habla más alto que la vida, el ambiente y la salud de la gente, como pasó con las inundaciones en Río Grande do Sul”. No preciso contarles que el reportaje no salió al aire. No se puede hablar mal de la “sacrosanta” sed de lucro.

Estamos en la estación seca, que en nuestra región, va de mayo a setiembre. Y es muy difícil aguar la huerta. Estamos vigilantes, pero siempre hay alguien que va furtivamente a quemar basura en algún rincón más escondido, cuando anochece. El otro día, por ejemplo. Los vecinos se dieron cuenta y evitaron que se propagase una hoguerita. Anteayer fui a buscar frijol blanco. Y vi una de las moreras ya llena de frutitas aún verdes, un limonero comenzando a florecer, el plantín de aguacate (que parecía que no iba a prosperar) rebrotando y el armadillo bien contento, todos enraizados y resistiendo en medio de la secura.

No todo está perdido, pensamos: la vida insiste. Sin embargo, más allá del arroyo, los cañaverales se queman. Ya no es posible tender la ropa blanca recién lavada, porque el hollín que cae sin parar la ensucia. Levantamos la vista y la neblina anaranjada persistente nos hace perder el ánimo.

En el mapa del estado de San Pablo, los más de 2.700 focos de incendios coinciden exactamente con la localización de los cañaverales, y todo fue bastante sincronizado. Los noticieros tratan de evitar esa asociación… al final, es del negocio sucro-alcoholero que dependen. Circulan aquí y allí videos que muestran personas con soplete, bajando de camionetas y lanzando fuego a los bordes de los cañaverales. Nos preguntábamos por qué. Desde que el sector productor de azúcar y etanol se mecanizó, las quemadas intencionales habían disminuido. La productividad de un cortador de caña realmente casi se duplica con la quemada, pero no ocurre lo mismo con el corte mecanizado. Las ventajas que se apuntaban con la mecanización tenían que ver también con la incorporación de la paja al suelo como fertilizante natural o su uso para la producción de papel. La quema reduce también la cantidad de azúcar en un 8%. La caña “cruda”, sin embargo, se enroscaba en las máquinas, interrumpiendo su funcionamiento y obligando a una limpieza de los dientes de las cosechadoras. Nuevas maquinarias, más costosas, resolvieron ese problema, y la legislación que prohibió las quemadas en 2006 hizo lo suyo para disminuir la práctica1. Bueno, con esos datos, los incendios intencionales en los cañaverales no se explicaban.

No me quedé con eso y fui a preguntar a un amigo que trabaja en los plantíos de la región. Voy a llamarlo Marco (no sea cosa…). Marco me dice otras informaciones: que aun con la mecanización, la quemada puede resultar conveniente para la productividad de los cañaverales, evitando la plaga da “cigarrinha” (Dalbulus maidis), y facilitando la limpieza del área para replantar.

El caso es que la transición entre el bioma de la mata atlántica y el cerrado, de las áreas del estado de San Pablo en las que se expandió la frontera de la caña, tienen cada año más dificultad en recomponerse después de los incendios, a pesar de la enorme riqueza hídrica del subsuelo: el gran acuífero Guaraní. El aumento general de la temperatura y la disminución de las lluvias, consecuencia del desmonte en la Amazonia, crea condiciones excepcionales para que los esporádicos incendios espontáneos o criminales se propaguen con facilidad. No se trata en este caso de irresponsables que arrojan, furtivamente, la colilla de un cigarro, sino de una operación que aprovecha esas condiciones óptimas para la propagación. Sin embargo, hay 15 detenidos en flagrante delito de iniciar incendios que son presentados como si actuasen individual e irresponsablemente2. Ninguno de los detenidos aparece vinculado al negocio sucro-alcoholero. La prensa se refiere al “fuego en la mata” y pone la responsabilidad por las condiciones excepcionalmente favorables a la propagación en la cuenta del “cambio climático”, como si este fuera una entidad metafísica. El agronegocio de la caña es uno de los vectores de ese cambio. El solo hecho de tratarse de un monocultivo que produce materia altamente combustible ya sería dato suficiente para atribuirle responsabilidad dolosa. No es el único. El agronegocio de la soja, sobre todo en Bolivia3 y en el Chaco Paraguayo4, ha aprovechado para actuar en el medio de esas condiciones excepcionales para la propagación de incendios, actuando con operaciones incendiarias para provocar desmonte. Lo mismo ha ocurrido en Córdoba, Argentina. Así puede hacer avanzar la frontera agrícola sobre áreas de bosques.

Según el Instituto de Pesquisas Espaciales (INPE), de Brasil, desde comienzo del año, la Amazonía brasileña registró 61 mil focos de incendio, y el Pantanal 9 mil focos5. En estos casos, se trata de la acción de desmonte para formar pastajes y hacer avanzar la frontera pecuaria. Pero, esta vez, las quemadas se han duplicado en 11 estados y en el Distrito Federal. No sólo los árboles han sido quemados, sino todas las plantas y animales que conviven en los bosques, que también preservan los ríos y la vida de las gentes. Con quemadas recurrentes año tras año, esos biomas no consiguen recuperarse. Con el fenómeno del fuego subterráneo, que se propaga por debajo de la camada superficial cuando la temperatura alcanza niveles superiores, se destruye la red orgánica del suelo, esa vida silenciosa que sostiene todos los ciclos, y la recuperación se torna aun más incierta6.

Las partículas de hollín se propagan por las corrientes aéreas y llegan a las otras regiones del país. Además de lo que los científicos llaman de “material particulado”, respiramos el monóxido de carbono, compuestos orgánicos volátiles, óxidos de nitrógeno y metales pesados. Una mezcla bien tóxica7. En varias ciudades de Goiás se han suspendido las aulas y los habitantes circulan con máscaras8. Estos compuestos llegan por esas corrientes no sólo a otras regiones del sud y sudeste de Brasil, han llegado a ciudades de todos los tamaños en Argentina y el norte de Uruguay9, donde ha llovido agua negra.

Los pronósticos de aumento de la temperatura del planeta pueden no ser percibidos inmediatamente, con la llegada de las lluvias de primavera en nuestra región. Es difícil explicarle a Reinaldo, que vive al día y no tiene tiempo ni de mirar al costado. Espera el milagro de la próxima lluvia que aliviará los problemas respiratorios de su hijo. Y así podrá seguir un poco más, con su rutina de trabajo excesivo. Lo cierto es que estamos rodeados de cañaverales. Si no hacemos algo, el próximo año será peor. No es suficiente enarbolar como bandera al armadillo y la flor de “limón clavo” que ha tenido la osadía de abrirse esta semana.10

1 Ver: https://aterraeredonda.com.br/queimadas/?utm_source=newsletter&utm_medium=email&utm_campaign=novas_publicacoes&utm_term=2024-09-10

2 Ver: https://g1.globo.com/sp/ribeirao-preto-franca/noticia/2024/09/08/incendios-no-interior-de-sp-quem-sao-e-o-que-dizem-os-suspeitos-presos.ghtml

3 Ver: https://eldeber.com.bo/edicion-impresa/como-y-quienes-financian-la-deforestacion-y-destruccion-de-los-bosques-en-bolivia_382762 y CABEZAS, Stanislaw Czaplicki. Análisis de la situación de la agroindustria y deforestación en la zona de Chiquitanía, Santa Cruz, Bolivia. Bolivia: Alianza por la Solidaridad/ActionAid, 2024.

4 Ver: https://infona.gov.py/el-infona-revela-datos-estadisticos-sobre-incendios-forestales-durante-los-ultimos-cuatro-anos/ ; https://grain.org/es/article/6995-naturaleza-en-llamas-incendios-y-agronegocio-en-el-cono-sur ; https://rcc.com.py/chaco/superficie-sembrada-de-soja-en-el-chaco-supera-las-82-000-hectareas/ y https://g1.globo.com/go/goias/noticia/2024/09/08/goias-registra-mais-de-40-incendios-em-um-unico-dia-tres-pessoas-ficam-feridas-e-tres-sao-presos-por-causar-queimadas-videos.ghtml

5 Ver: https://g1.globo.com/meio-ambiente/noticia/2024/09/12/fogo-mais-que-dobrou-em-11-estados-e-no-df-entenda-origem-da-fumaca-e-causas-da-crise-ambiental-no-brasil.ghtml; https://rosalux.org.br/fogo-grilagem-e-violencia-como-o-agronegocio-avanca-botando-lenha-no-crime/ y https://g1.globo.com/am/amazonas/noticia/2024/08/31/mancha-de-fogo-encobre-mais-de-500-km-de-extensao-da-amazonia-apontam-imagens-de-satelite.ghtml

6 Ver https://g1.globo.com/ms/mato-grosso-do-sul/noticia/2024/07/02/o-que-e-a-turfa-do-pantanal-e-por-que-ela-torna-o-combate-ao-fogo-ainda-mais-dificil.ghtml

7 Ver: https://g1.globo.com/saude/noticia/2024/09/05/pm25-co-cov-e-nox-o-que-ha-na-fumaca-toxica-das-queimadas-e-por-que-ela-e-nociva-para-nosso-organismo.ghtml

8 Ver: https://g1.globo.com/go/goias/noticia/2024/09/10/incendios-em-goias-cidade-fica-com-ceu-laranja-por-poluicao-moradores-usam-mascaras-para-sairem-nas-ruas-e-universidades-suspendem-aulas.ghtml

9 Ver: https://www.elobservador.com.uy/nacional/el-humo-los-incendios-del-amazonas-uruguay-meteorologos-explican-cuando-estara-la-region-n5960531

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Silvia Adoue

Nació en Buenos Aires. Fue costurera, obrera del vidrio y del cuero, metalúrgica, gráfica, maestra de escuela básica. Reside en Brasil desde 1982. Es educadora popular de la Escuela Nacional Florestan Fernandes (ENFF) y profesora de la UNESP. Está credenciada en el Programa TerritoriAL, convenio de la UNESP con la ENFF.

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