Gustavo Castro, activista mexicano defensor del medio ambiente, los recursos naturales y la autonomía de los pueblos, acompañante del COPINH y amigo de Berta Cáceres,  estaba en su casa cuando la asesinaron.  Él se salvó porque lo dieron por muerto pero al día de hoy, el Estado hondureño lo tiene retenido en el país, a pesar de que nunca se negó a declarar y a pesar de que existen acuerdos de cooperación entre ambas naciones que le permitirían seguir colaborando desde su casa.

En un contexto en el que se le retiene y criminaliza, en lugar de considerarlo víctima y testigo clave, se comparte esta  entrevista con él realizada en Chiapas por Proyecto Chakana en 2011, con el fin de dar a conocer quién es y cómo piensa Gustavo Castro, cuya vida, como insiste la organización Otros Mundos Chiapas y otros organismos internacionales, corre peligro en Honduras.