Quedarse para sobrevivir, migrar para vivir

Mario Castillo

No son libres, en cambio, los caminos del éxodo humano. En inmensas caravanas, marchan los fugitivos de la vida imposible”. Eduardo Galeano

En una de sus reflexiones, uno de los grandes literatos de América Latina, compara con tristeza la libre naturaleza para migrar que tienen otros seres vivos en este planeta con las dificultades que enfrentan los seres humanos que deciden abandonar el lugar donde viven. Las ciencias sociales han buscado respuestas a este fenómeno y cada región tiene sus propias explicaciones sociales, económicas y políticas. En Guatemala, donde la cantidad de nacionales que migran a Estados Unidos ha aumentado en el último año según reportes de prensa con base en estadísticas recopiladas en agencias de migración regionales,[1]recientemente hemos sido testigos de una caravana poco usual que refleja una realidad de la cual no estamos tan lejos y tiene una explicación de la cual muchos aún son indiferentes.

¿Por qué migramos? ¿Qué hace que un ser humano decida abandonar el lugar donde creció, el campo donde se escapaba y la tienda donde compraba su refacción? En el último Índice de Desarrollo Humano, publicado por el Programa de Naciones Unidas, El Salvador ocupaba el puesto 121, Guatemala el 127 y Honduras el puesto 133 de 189 países. Este índice mide la esperanza de vida, el acceso a la educación, el servicio de salud, ingresos y desarrollo de los países donde, a nivel latinoamericano, ocupamos los últimos puestos. El fenómeno de la migración, evidente pero a la vez silencioso, ocupo portadas de periódico y comentarios en redes sociales en las últimas semanas desnudando una realidad de la región que nos negamos a enfrentar: las personas están migrando porque sus Estados son incapaces de proveer condiciones y herramientas mínimas para su desarrollo integral con un proyecto de vida digno en sus propios territorios. Una verdad conocida que la sociedad y clase política pareciera dejar a un lado por el individualismo e intereses personales que no corresponden a una visión de país incluyente y participativo.

Las reacciones de rancio nacionalismo, uso de la fuerza e incomprensión no se hicieron esperar. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos en su publicación sobre “Movilidad Humana: Estándares Interamericanos” establece que el ingreso y la estancia irregular de una persona en un Estado no son delitos penales sino faltas administrativas, estamos ante una persona en situación irregular que debe normalizarse en respeto a  su dignidad humana. El término de “ilegal” solo refuerza la criminalización de la persona que ejerce su derecho a migrar. Ninguna persona es ilegal ni criminal por buscar oportunidades para el desarrollo de su persona y familia. Aunado a lo anterior, el “Convenio Centroamericano de libre movilidad” establece que para transitar entre nuestros países únicamente es necesario el documento personal de identificación, desbaratando la falacia de que son migrantes “ilegales o indocumentados” y el rechazo a los mismos.

Pareciera que el derecho humano a migrar en la historia de la humanidad solo es válido en épocas de colonización ò invasión y no es así. La Declaración Universal de Derechos Humanos reconoce que todos y todas tenemos derecho a transitar libremente dentro de nuestras fronteras y fuera de ellas, cumpliendo con los requisitos mínimos establecidos en cada legislación. Al hablar de las grandes injusticias sociales pareciera que se repite lo obvio, pero aún es necesario visibilizar y recordar lo evidente para humanizar nuestro diario vivir. Es de valientes tomar la decisión de abandonar sus raíces, desplazarse a otro lugar para tener la esperanza de vivir con dignidad. ¿Y sus sueños? ¿Sus metas? ¿Es feliz? ¿Es sencillo? No, migrar no lo es. Algunos deciden renunciar a ello para que su familia los cumpla, otros los ha sustituido con esperanza de un futuro mejor y otros, aun añoran conocer la vida que nos contaban los libros y series de televisión. Por el valor, un abrazo a la distancia.

[1] Agencia EFE. El número de inmigrantes del Triángulo Norte creció un 25 % entre 2007 y 2015 https://www.efe.com/efe/america/portada/el-numero-de-inmigrantes-del-triangulo-norte-crecio-un-25-entre-2007-y-2015/20000064-3461269

13 de noviembre 2018

 

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Una Respuesta a “Quedarse para sobrevivir, migrar para vivir”

  1. Malditos hondureños!!
    Ya todo el mundo sabe que fue treta entre el gobierno americano y el PRI ,
    Uno para mostrar que su muro si se debe de construir, y los PRIANISTAS para desviar toda la basura política y desfalcos billonarios que dejarán a México con una deuda que ya no se puede ni calcular, por eso malditos hondureños de mierda!!! Qué se prestaron a semejante basura, y violaron territorio nacional sin ninguna pena y sin ninguna disculpa.

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