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Ciudad de México | Desinformémonos. Los pueblos indígenas y tribales en México continúan sin ejercer a plenitud sus derechos y siguen enfrentándose a la discriminación, la pobreza, marginación y despojo, a pesar de que existen leyes y tratados nacionales e internacionales que establecen su libre determinación, señalaron la Alianza por la Libre Determinación y la Autonomía (ALDEA) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

En el informe “Derecho a la libre determinación de los Pueblos Indígenas y Tribales” que realizó la CIDH, se señaló que los pueblos aún padecen la desigualdad, criminalización, conflictos armados, amenazas y violaciones a sus derechos en México.

De acuerdo con Esmeralda Arosemena, relatora para México y relatora de los derechos de los pueblos indígenas de la CIDH, los principales escenarios de confrontación en las comunidades originarias giran alrededor de proyectos en sus territorios para la extracción y explotación de sus recursos, ya sea por parte de empresas y gobiernos o por grupos ilegales y delincuenciales.

“Los pueblos indígenas han sufrido agresiones históricas como resultado de la colonización”, señaló Arosemena, que destacó el papel de los proyectos extractivos en la perpetuación del modelo colonialista.

Por ello, señaló que “el reconocimiento de la libre determinación de estos pueblos debe ser comprendido desde un enfoque reparador frente a violaciones históricas y contemporáneas a sus derechos humanos”.

El informe apunta que los derechos de los pueblos indígenas han sido violentados sobre todo cuando existen intereses políticos, económicos, comerciales y militares de por medio sobre los territorios en los que habitan.

Frente al incumplimiento de las leyes que garantizan la libre determinación y autonomía de los pueblos, la CIDH llamó al gobierno materializar la reforma sobre los derechos de los pueblos indígenas y afromexicanos.