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¿Por qué fue la violencia y la represión en Akumal?

Eliana Gilet

Era la tercera marcha que los pobladores habían convocado. Han hecho una por mes, desde que el Centro Ecológico de Akumal plantó en febrero una reja en el acceso tradicional que cerró la entrada a la playa.

“Lo que ocurrió fue algo contrario a cualquier principio policial, al disparar contra la población sin haber motivos. Nadie estaba armado” el relato que articula este texto fue proporcionado por el periodista Héctor Valdéz, presente durante los hechos, fue quien grabó los videos que se volvieron virales en las redes y atestiguan lo sucedido en la madrugada del lunes 30.

La marcha pretendía volver a trazar un caminito, de dos metros de ancho, que les devolviera una bajada pública a la playa, aunque rodeara el camino tradicional y bajara por predios privados. El Centro Ecológico de Akumal (CEA) una asociación civil fundada por los más potentes empresarios de la zona en la década del 90 les quitó la pasada tradicional.  Primero, en febrero, fue una reja, luego fue una malla con alambre de púas y en marzo, ya tenían a un grupo de seguridad privada dentro de su predio. Con ellos empezó la violencia en la noche del domingo 29 de mayo.

Originalmente, había unos 50 policías apostados en la zona turística para custodiar la marcha de los vecinos. “Fue una manifestación genuina de la gente del poblado. Tres semanas antes, unas mil personas habían participado en una manifestación con el mismo propósito. La molestia es genuina.”

El reportero, presente en los hechos, relata que entre los pobladores había provocadores, que sí iban preparados para golpear. «Del otro lado de la valla, en el terreno del CEA está el grupo de choque, pero no podemos saber cuántos ni quienes son. Yo calculo unos 100 guardias privados. Estoy seguro que estaban esperando el momento en que cayera la tarde para que iniciar la violencia.”

Una primera andanada de piedras vuela de la barda hacia afuera y golpea a una madre y a su niña que estaban en la manifestación. La gente se indigna ante el atropello, que además no ve de donde viene porque la malla los protege. Entonces con los palos que llevaban para trazar el caminito alterno hacia el mar, tratan de golpear la malla y tumbar la alambrada.

La policía, hasta entonces, permanece custodiando el acceso antiguo a la playa por la parte poniente, a unos 150 metros de dónde todo comienza. “La gente había llegado caminando en paz hacia la playa, marcando un senderito de dos metros que aunque fuera parte de alguna propiedad, ellos reclamaban convertirlo en vía pública. El que clausuró el Centro Ecológico es el único camino que no pasa por ninguna propiedad privada o por casetas de vigilancia.”

La policía llega a la playa por donde llegó el pueblo. De buenas a primeras, pasan a reprimir. En la primera instancia no se meten, pero en la segunda sí. Hay heridos y mientras algunos, sobre todo los que estaban con niños, comienzan a irse; Otros, llegan del pueblo al saber del ataque policial. Según estima Valdez, en todo momento son más los golpeadores privados del CEA que los uniformados, porque aunque no pueda ver cuántos guardias de seguridad hay, sabe que Tulum dispone de 150 agentes de Policía. Lo que sostiene con firmeza es que ambos, policía y seguridad privada, arrojan piedras, palos y bombas molotov en la impunidad de lo oscuro.

Ya nadie ve de dónde vienen los ataques, pero sí entienden el sonido de las armas policiales, que empiezan a dispararse en la noche.

Valdez graba un video entonces, que puede verse en su web donde practica el periodismo independiente (Tulum en Red, Héctor Tulum en Red Valdez en Facebook) en el que increpa a los uniformados  acerca de si tienen órdenes de disparar contra la gente y por qué lo hacen.
“La parte más dura de la represión se da entre las 9 y las 10 de la noche, que es cuando interviene la policía disparando. Al frente del operativo va Juan Alonso Ortiz, director operativo de la policía, con la pistola en la mano. Un individuo con largo historial de violencia, está lleno de denuncias. Es nefasto.”

Valdéz se retira del lugar una vez que este episodio acaba. Pero aún falta una tercera vuelta de tuerca.

“Recogí testimonios de los vecinos del lugar que relataron que entre la medianoche y la 1 de la mañana, 8 patrulleros entraron quemando llanta al pueblo y se llevaron a unos 20 muchachos que estaban en una de las canchas deportivas. No los detuvieron, simplemente se los llevaron para golpearlos y los dejaron del lado turístico. Muchas de las familias tuvieron que ir por ellos, porque algunos no podían ni caminar. Hay un joven de 20 años internado en Cancún, grave, con un coágulo en la cabeza.”

La respuesta de los pobladores de Akumal a este atropello es ingresar a la delegación de policía, arrebatar las llaves de los guardias, liberar a las 3 personas que estaban detenidas y prender fuego el edificio.

La historia larga.

“Antes de que existiera Cancún como centro turístico ya existía Akumal, sólo la antecede Cozumel. Es de los destinos turísticos más antiguos del estado de Quintana Roo y además tiene una belleza increíble. Durante muchos años fue el lugar de descanso de toda la Península, incluyendo de los trabajadores que construyeron Cancún” explica el reportero. La mayor parte de los terrenos de Akumal estaban concentrados en las manos de un magnate extranjero, Pablo Bush, que promovió fraccionamientos de sus terrenos, para salvar la ilegalidad en que caía su concentración.

Al llegar la década de 1980, los gobernantes convencieron a la gente que era un peligro para el pueblito que continuaran donde estaban, es decir, en el predio pegado a la playa. Así fue que mudaron al pueblo entero. “Los empresarios dijeron a la gente que ellos,  generosamente, se encargarían de hacer una escuela, un mercadito y de fomentar al pueblo, pero del otro lado de la carretera. Entonces mudan el pueblo, que entonces era muy pequeño, y son ellos quienes avanzan sobre la playa».

Una década más tarde, “el gobierno normaliza la situación para los empresarios”. Ya sin pueblo en la playa, fundan una Asociación Civil, a la que bautizan Centro Ecológico Akumal. “Se definieron ecologistas y protectores de las tortugas marinas autóctonas. Pero dada la mala publicidad que les ocasionó una demanda reciente de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) le cambiaron el nombre al establecimiento.”

Valdez relata que hace 3 años anunciaron su proyecto para cerrar el acceso a la playa y que se cobre acceso. Incluso manejaban las tarifas: 12 dólares a los pobladores y 80 a los extranjeros.

“No hay duda que en el Centro trabajan biólogos capacitados, lo que no es verdad es que se dediquen a la protección del ambiente. El conocimiento que cosechan de los estudios científicos se usa en estrategias para comercializar mejor sus paseos. El argumento público que manejaron fue que con así cuidan mejor el lugar. Privatizaron el acceso público diciendo que a partir del dinero ellos crean un filtro de la cantidad de gente que accede y así el lugar se preserva. Sólo pasa el que pueda pagar y el dinero lo cosechan ellos.»

Vincularon el «cuidado del ambiente» a un derecho de admisión que depende de ellos mismos.

“En esto también tuvo que ver tanto el Gobierno municipal como el estatal, cuando permitieron que hace 4 o 5 años ellos corrigieran las medidas de colindancias.” Y entonces, otra argucia.

Laura Bush, hija del magnate del comienzo, – del dueño de tantas parcelas de tierra que era ilegal – vicepresidenta del Centro Ecológico de Akumal, se inconformó con el propio Centro y, como si se desdoblara modificó, en conjunto con el presidente del CEA, Carlos Ortiz Salinas – primo del ex presidente de la República, Carlos Salinas de Gortari – las medidas de sus terrenos. Así hicieron desaparecer del registro público el camino de acceso público a la playa, agregándolo a sus propiedades.

“El ayuntamiento es responsable de que ese cambio se concretara, ya que ellos lo autorizaron y lo registraron ante Catastro Municipal. Ni en la época del primer Bush, el padre, que era dueño de todo, le habían permitido que cerrara el acceso público. Debía considerar “ventanas y caminos” al mar de los que gozara libremente la población.»

Aunque aún buscan las maneras para tumbar esa modificación jurídica, los vecinos de Akumal sí tuvieron una reacción genuina al marchar para reclamar el predio común.

“La marcha convocada siempre fue pacífica. Lo que pretendían era un acto simbólico que volviera a abrir el camino a la playa.” Para eso, marcaron una fila de 2 metros con palos y llegaron hasta la playa, que era lo que desde el inicio pretendían. Por eso había niños, mujeres, gente mayor.

Las primeras manifestaciones de los pobladores de Akumal se dieron en diciembre del 2015, ante los primeros intentos de cobrarles el paso. “Entonces hicieron las primeras marchas, pero fue a partir de febrero cuando los empresarios del Centro Ecológico pusieron la reja, que la indignación creció. Ya no se podía usar ese camino en la arena con el argumento de que lo hacían para proteger a la Naturaleza.”

En febrero, la reja se transformó en una alambrada completa con púas, que se aprecia en algunas de las imágenes que circularon entonces, y que cercan el perímetro de la “propiedad” del Centro Ecológico. A continuación, llegaron los vigilantes. “Más que vigilantes son golpeadores que están dentro de su predio. Ayer había más de 100”

También, relata Valdez, hay un trasfondo político, que se deja ver a una semana de las elecciones locales.
“Hay una coalición de partidos, llamada Une, la Nueva Esperanza, cuyo candidato municipal en Akumal es impresentable. Se llama Jorge Portilla y desde que los vecinos anunciaron la marcha contra la privatización de la playa, se encargó de azuzar a la gente. Les prometió que el domingo iba a marchar con ellos pero no lo hizo. Ahora, tras la represión, su grupo político está llamando a una nueva manifestación a las 7 de la tarde. Esto puede volver a prenderse.”

Valdéz explica que la gente está muy indignada y que ese enojo puede volver a convertirse en conflicto.

“La gente está enojada y es fácil prenderla. Están esperando que alguien les diga que hay que hacer algo drástico. Ellos quieren recuperar este acceso, que lo sienten suyo, que lo han usado durante más de 40 años. Todos los que conozcan la playa de Akumal pasaron caminando por ese acceso.”

Los videos mencionados pueden verse en la cuenta de FB: Héctor Tulum En Red Valdez
Foto: Sara Cauich // Sipse.com

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