La peregrinación en defensa de la Madre Tierra y en Memoria de la Masacre de Viejo Velasco, llegó el pasado 5 de abril a Pamalhá, Chiapas, como parte de su denuncia ante los despojos territoriales que sufren las comunidades y los pueblos indígenas.

Durante el recorrido se percataron de la deforestación «provocada por la ambición de los caciques y el gobierno» que acaba con los cerros, pues desde hace tres años se han dedicado a vender la naturaleza en la región.

Uno de los objetivos de la peregrinación es sentar un precedente en la defensa y lucha de la Madre tierra, la cual es constantemente amenazada por los megaproyectos ya planeados que afectarán a los pueblos de la zona, como el caso de las 30 comunidades en los alrededores del río Usumacinta, las cuales no fueron consultadas para la construcción de la presa hidroeléctrica Boca del Cerro.

Sin embargo, la peregrinación avanza con solidaridad, alegría y motivación, en busca de ganar una lucha que favorece a toda la vida en el país.