Ciudad de México | Desinformémonos. El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ordenó desplegar las fuerzas combinadas del gobierno para atacar el barrio indígena de Monimbó, en la ciudad rebelde de Masaya, para desarticular los grupos de oposición y resistencia que desde abril se organizaron para exigir la renuncia de Ortega y de Rosario Murillo, vicepresidenta del país.

La población de Monimbó levantó barricadas de adoquines de hasta dos metros para protegerse de los ataques de los parapolicías y antimotines que llegaron armados en alrededor de 40 camionetas desde la madrugada.

«Nos están atacando por varios puntos de aquí de Monimbó», denunció el dirigente del Movimiento de Estudiantes 19 de Abril, Cristian Fajardo. Por su parte, el arzobispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, publicó en Twitter: «¡Que Daniel Ortega detenga la masacre! ¡A la gente de Monimbó les ruego, salven sus vidas!».

Los policías se concentraron en el barrio indígena, que se convirtió en el símbolo de las protestas contra el gobierno de Ortega. De acuerdo con la población, se trata de una “operación limpieza”.

La represión al pueblo de Nicaragua que inició una jornada de protestas desde abril ha dejado más de 280 muertos, así como cientos de heridos y detenidos.