Desde este fin de semana las empresas que construyen el gasoducto Morelos tendrán que parar labores, pues la justicia federal ordenó la suspensión provisional de la obra debido a que la Comisión Federal de Elecricidad (CFE) no ha acreditado con estudios científicos que el transportador de combustible no constituye un riesgo para la vida de miles de personas que habitan en la zona de riesgo eruptivo del volcán Popocatépetl, por donde pasa su trazo.

El Comité de Ciudadanos de Nealtican, en Defensa de la Vida, el Territorio y el Agua de Nealtican, y el Comité de Promoción y Defensa de los Derechos Humanos Joel Arriaga Navarro, dieron a conocer ayer por la mañana en una rueda de prensa, que la suspensión provisional la determinó la juez primera de Distrito, Rosaura Rivera Salcedo, dentro del juicio de garantías 751/2014.

En el dictamen “ (…) se decretó la suspensión de oficio del acto impugnado, para el efecto de que se mantengan las cosas en el estado que actualmente se encuentran, respecto de la construcción del sistema de transporte de Gas Natural denominado gasoducto Morelos, debido a la cercanía que se refiere tiene con el volcán Popocatépetl, en razón de la constante actividad volcánica, a fin de preservar la vida de la disconforme población donde reside”.

El jueves pasado el amparo fue dado a conocer en las comunidades de San Buenaventura Nealtican y San Andrés Calpan, durante asambleas públicas, en las que estuvieron presentes autoridades municipales, campesinos y ejidatarios de la región de los volcanes.

El pueblo de Nealtican promovió un amparo comunitario para evitar la represión por parte del gobierno morenovallista, que mantiene en la cárcel a tres ambientalistas de la región de los volcanes por oponerse a la construcción del Proyecto Integral Morelos (PIM).

El amparo fue interpuesto el viernes 16 de mayo ante el juez primero de Distrito.

La información fue divulgada por la presidente del Comité de Ciudadanos de Nealtican en Defensa de la Vida, el Territorio y el Agua, Selene Santamaría Soriano, luego de que el alcalde Domingo Jiménez Luna rumoró que en la lista de los 150 órdenes de aprehensión que liberó el gobierno se encontraban 20 pobladores de este lugar.

De forma indirecta, este procedimiento legal pedía también la cancelación temporal de la obra, por poner en riesgo a la población, una de las más próximas al volcán Popocatépetl.

El 28 de abril el Juzgado Primero de Distrito concedió el amparo promovido por pobladores de Cuacuila en contra del gasoducto Tuxpan–Atotonilco, a cargo de la empresa Gasomex, confirmó la representante legal de los vecinos, Patricia Montaño.

Este triunfo legal, destacó Selene Santamaría, es un buen antecedente para la lucha que ahora afrontan los pueblos de la zona del Popocatépetl, quienes también buscan suspender la obra, a la que han llamado “proyecto de muerte”.

En una rueda de prensa a los medios de este domingo el Comité de Ciudadanos de Nealtican en Defensa de la Vida, el Territorio y el Agua de Nealtican advirtió:

“No estamos en contra de los gobiernos, ni mucho menos del desarrollo del país. Con lo que no estamos de acuerdo es con la forma en cómo se hacen las cosas. Un desarrollo del país debe incluir por sobre todo el bien común, no la presión, no la intimidación, no la imposición. Ese bien común debe ser un diálogo constante entre los que nos representan y la ciudadanía, entre las ciudades y los pueblos, entre el campo y la industria. Vivimos en un país plural, multiétnico, y se debe buscar que siempre, en las decisiones que se ejecuten, todos salgamos beneficiados.

“Somos los últimos en enterarnos de los proyectos y programas; no queremos que se nos incorpore al modelo de desarrollo que se proponen. Queremos que se respeten nuestras decisiones y que cumplan con nuestras exigencias constitucionales. En el caso del Proyecto Integral Morelos, en concreto del gasoducto Morelos, la CFE y las empresas nos buscaron hasta que ya necesitaban nuestras tierras para construir el gasoducto; nunca nos preguntaron ni mucho menos nos tomaron en cuenta en los diseños y las planeaciones. Por el contrario, llegaron con mentiras y presionándonos, llegaron diciéndonos: ‘Tus vecinos ya firmaron, sólo faltas tú’, pero la comunicación entre nosotros nos hizo darnos cuenta de lo falso de las palabras”.

Y agregaron: “Luego preguntamos: ¿y el volcán?, ¿y las medidas de seguridad del proyecto? Se nos contestó: ‘El gas natural no explota’, nos enseñaron un folleto con el mapa de riesgos del volcán Popocatépetl y los logotipos del Cenapred, del Instituto de Geofísica y de Protección Civil, con el argumento de que ya estaba perfectamente diseñado y de que no había problema por estar el proyecto en zona de riesgo. Luego nos enteramos que ese mapa de los folletos estaba alterado”.