Nuevos guardianes de la Montaña Alta de Guerrero

Gloria Muñoz Ramírez

Apenas cuatro días después de que se conformó formalmente la nueva policía comunitaria en más de 100 comunidades del municipio de Olinalá, de la Montaña Alta de Guerrero, el Consejo de Gobierno Seguridad y Justicia- Policía  Ciudadana y Popular denunció que elementos del Ejército y de la Marina “aliados con Antorcha Campesina tomaron la Comisaría Municipal de Temalacatzingo como un acto de franca provocación a la PCP recién constituida el domingo 2 de diciembre”, por lo que “pedimos al gobierno del estado mayor prudencia en sus decisiones y  a los mandos superiores del ejército y Marina no caer en la provocación de grupos oscuros como Antorcha o delincuentes como los que operan en la cabecera municipal de Olinalá”.

Aunque las fuerzas armadas se retiraron al día siguiente (llegaron el 5 y se fueron el 6 de diciembre), la nueva organización reiteró que su sistema de seguridad y justicia “no es contrario al espíritu de paz y armonía en nuestra sociedad y no es un peligro para las instituciones, por lo que es extraño que el gobernador permita estas provocaciones del ejército y Marina”.

La historia de la conformación de la nueva policía comunitaria en Olinalá es la siguiente:

Miahuichán, Guerrero. La ola de comunidades indígenas decididas a organizar su autodefensa contra la delincuencia organizada, crece a lo largo y ancho del territorio nacional. Luego de un levantamiento ocurrido en el municipio de Olinalá, en el que el poblado expuso su hartazgo por los secuestros, robos, extorsiones y asesinatos que tienen lugar en su región, sin que las autoridades hagan nada por detener a los culpables, se dio a conocer el nacimiento de una nueva Policía Ciudadana y Popular (PCP), que se suma a los esfuerzos autónomos de la Policía Comunitaria de Guerrero, así como a las experiencias que se registran en las comunidades de Cherán, Urapicho y otras de la meseta purhépecha de Michoacán, en las que los pueblos indios están asumiendo la defensa de su territorio y población.

Sitlali Pérez, coordinadora de la nueva PCP, advirtió durante los festejos del 17 aniversario de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (CRAC-PC) de Guerrero, celebrados en Miahuichán, que los pueblos indígenas del país han dicho “basta de que nos sigan manipulando y utilizando ante los medios de difusión diciendo que todas las acciones que los gobiernos han realizado son por el bienestar de los mexicanos, cuando está claro que no han hecho nada para mejorar el bienestar social. Los programas populistas como Oportunidades, están convirtiendo a la población en mendigos, y muchos hermanos  creen que así es como deben vivir y hasta agradecen la burla que les hacen. No hay programas de desarrollo sustentable ni apoyo a la producción y, cuando hay proyectos, son aprovechados por los caciquillos políticos de los  pueblos. Los pobres siguen siendo pobres económicamente”.

Por eso, señaló Sitlali, quien participó en la ceremonia del a CRAC como represente de la nueva policía de su comunidad, “los pueblos nahuas y mestizos de la Montaña Baja  y fundamentalmente Huamuxtitlan, Cualac, Olinalá y Ahuacuotzingo, entre otros, hemos decidido tomar en nuestras manos el rumbo de nuestro destino y defender nuestras vidas y la de nuestros hijos para poner orden y solución a los múltiples problemas sociales que impiden el desarrollo de nuestras comunidades, que durante mucho tiempo han sido violentadas en su dignidad, cultura y tradiciones”.

Por eso, el 2 de diciembre quedó formalmente constituida la PCP en la comunidad de Temalacatzingo, municipio de Olinalá, con la toma de protesta de los primeros cien integrantes de cien comunidades que la conforman, en la plaza central de la localidad.

Fue el pasado 27 de octubre cuando los pobladores de Olinalá expulsaron mediante un levantamiento en el que se mostraron diversas armas, a un grupo criminal que asolaba a la comunidad con asesinatos, secuestros y extorsiones desde hace varios meses.

Durante la siguiente semana los pobladores controlaron la cabecera municipal con retenes que impidieron el paso a los delincuentes y obstaculizaron las posibles represalias, algo que por negligencia o complicidad se habían negado a realizar las autoridades municipales y estatales. Este fue el inicio de la conformación de su propia policía.

En su momento, el gobernador Ángel Aguirre anunció el envío de infantes de Marina para restablecer el orden en Olinalá y propuso un programa para intercambiar armas por computadoras. Pero el asunto no quedó ahí, pues en poco más de un mes los pobladores de Temalacatzingo y comunidades vecinas se organizaron y presentaron ya a sus nuevos guardianes.

“Estamos trabajando en un sistema de organización, de autogobierno, y defensa de nuestra tierra y nuestras comunidades desde la perspectiva de la soberanía popular y el socialismo, y desde los usos y costumbres. Estamos construyendo la soberanía popular, que es la democracia participativa, donde la gente dice su palabra, es escuchada y toma las decisiones respecto a la problemática que se presenta en gobierno, en su seguridad, en salud, en la educación y otros ámbitos de la vida comunitaria, buscando la solución según conviene a la comunidad, al municipio o colectivo”, asegura la PCP.

La devolución del poder o el regreso del PRI a la presidencia, señala Sitlali, “es el regreso del autoritarismo, de la antidemocracia, de la guerra sucia. Quién no sabe que Enrique Peña Nieto es un represor, reprimió a los de Atenco y todos los movimientos que se gestaron en el Estado de México cuando fue gobernador. Enrique Peña Nieto es la continuidad de la misma política neoliberal y del sistema de muerte”.

Los cien primeros policías de Temalacatzingo y de otras comunidades desfilaron por el centro del poblado el 2 de diciembre, uniformados con playeras color beige y pantalón negro, y portando escopetas en su mayoría. Durante la ceremonia, reiteraron que su conformación se debe a la ola imparable de actos delictivos que desde hace tiempo tienen en jaque a la comunidad.

Cabe señalar que mientras se organizan de manera autónoma en esta comunidad, en la cabecera municipal de Olinalá permanecen elementos de la Marinay del ejército. Pero aquí, indican, “No confiamos ni en el Ejército ni en la Marina, pues vienen de fuera y pueden hacer sus fechorías”.

Valentín Hernández, asesor jurídico de la CRAC, explicó a Ojarasca que la nueva policía comunitaria de Temalacatzingo y de otras comunidades vecinas, no se incorporan a la CRAC de la Montaña y Costa Chica, pero trabajarán “juntos y articulados” en la seguridad de la región, respetando los modos de cada una de estas corporaciones autónomas. Estas organizaciones, indicó, “surgen ante la incapacidad del Estado de brindar seguridad a los pueblos. Son la prueba de que las autoridades no hacen su trabajo”.

Publicado originalmente por la autora en el suplemento Ojarasca en La Jornada, el 8 de diciembre de 2012.

Publicado el 10 de diciembre de 2012

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