Nostalgia de lo posible
En portugués hay un término muy peculiar que se suele traducir como nostalgia: saudade. Sin embargo, parece que esta palabra se refiere a algo más que a un sentimiento de melancolía que suele surgir de la pérdida del hogar o de la experiencia de estar lejos de la patria. Alguien ha sugerido que saudade podría significar nostalgia de lo posible. ¡Qué idea más extraña! ¡Pero también qué inspiradora! Porque cuando pensamos en lo posible, solemos relacionarlo con el futuro y con un sentimiento de ansiedad por las consecuencias del presente en el que vivimos. La nostalgia se refiere supuestamente a lo que ya ha sucedido. Sin embargo, las preguntas sobre el futuro no pueden evitar una referencia al pasado: ¿Cómo será el futuro? ¿Se repetirá el presente o el pasado? ¿O el futuro será una secuencia de sorpresas? ¿Se puede predecir cualquier condición o acontecimiento futuro?
La revolución o el cambio social total se ha convertido en un tema de reflexión para muchos. Para la mayoría de los pensadores y militantes se ha convertido en una cuestión de predicciones. Siguiendo una especie de comprensión de la historia y mediante la detección de leyes y recurrencias en su desarrollo, el cambio total se ha relacionado de alguna manera con pasos necesarios, con trayectorias deducidas de acontecimientos, con condiciones previas descriptibles. Por otro lado, algunos creen que el cambio social total o las transformaciones revolucionarias son en esencia secuencias contingentes de acontecimientos y, por lo tanto, necesariamente impredecibles. Series de sorpresas y acontecimientos sin precedentes.
Una tercera opción interesante es el enfoque mesiánico de Benjamin sobre la revolución. Para él, un cambio radical en la historia también será un cambio en las características cualitativas del tiempo histórico. Desde el tiempo homogéneo de la historia hasta ahora, un salto hacia el futuro de la emancipación devolverá al tiempo su desarrollo diferenciador. La posibilidad de tal cambio reside en cada momento de la historia. Cada momento puede convertirse en la puerta por la que entrará un Mesías liberador y cambiará el curso de la historia misma, inaugurando una época diferente para la humanidad.
Parece que esta visión se aparta tanto del razonamiento escatológico como del determinismo histórico. Pero puede ser muy criticada como una especie de enfoque agnóstico de las esperanzas revolucionarias. Después de todo, el propio Benjamin se refiere a la prohibición de explorar el futuro como una característica crucial de la religión judía.
Sin embargo, hay algo que puede vincular el enfoque de Benjamin sobre la historia con la interpretación peculiar de la saudade ya mencionada. Sugirió firmemente que la esperanza se encuentra en el pasado y, por lo tanto, la lucha por la emancipación humana debe buscar las potencialidades que no florecieron en el pasado en lugar de centrarse en las potencialidades previstas que infiere un cierto optimismo arraigado en la ideología del progreso.
La nostalgia por lo posible puede ser más que un esfuerzo por excavar en el pasado posibilidades no realizadas. Si tenemos en cuenta la actitud profundamente emocional que conlleva la palabra nostalgia, un esfuerzo de excavación de ese tipo debe estar inmerso en el dolor, la melancolía, incluso en una especie de ansiedad. Por lo tanto, este tipo de nostalgia puede indicar un tipo de compromiso que se aleja de las certezas del desarrollo de objetivos, así como del entusiasmo ingenuo de los creyentes convencidos. Digamos que esa nostalgia puede ser una especie de melancolía activa, un anhelo que no es pasivo, sino profundamente determinado a evitar cualquier tipo de aceptación de la repetición del presente en el futuro.
No se trata de reconstruir el pasado, ni de criticar simplemente el presente, sino de desarrollar un compromiso profundamente emocional con el futuro, porque el pasado nos muestra que las cosas pueden ser de otra manera. La esperanza, después de todo, es una condición tanto emocional como mental. Tal vez la nostalgia por lo posible también pueda activar la esperanza como condición de la experiencia. Experimentar lo posible significa ser capaz de vivir en lo posible, ser capaz de desarrollar realmente lo posible al vivir en él. La nostalgia en este caso no se convertirá en un sentimiento de apego pasivo a un pasado perdido (generalmente romantizado), sino en un compromiso activo con la exploración de un pasado posible diferente, un pasado que puede convertirse en el futuro. No una revelación total, ni una apertura mesiánica impredecible, sino una necesidad profundamente sentida de luchar en nombre de todos aquellos que fueron derrotados en el pasado pero siguieron soñando. Y esto no es un llamado a abandonar cualquier tipo de análisis del presente. Es más bien un llamado a apoyar el análisis con el sentimiento de que la emancipación futura siempre ha sido una fuerza motivadora e inspiradora en la historia humana. La nostalgia de lo posible es un intento de conectarse con esta fuerza tal como fue puesta en práctica por las propias personas, al tiempo que se abren campos de lo posible.
Stavros Stavrides
Arquitecto y activista nacido en Grecia, profesor en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Técnica Nacional de Atenas, dedicado a trabajar en las redes urbanas de solidaridad y apoyo mutuo, y en comprender los actos y gestos dispersos de desobediencia tácita en las metrópolis.