Para el historiador militante de la Teología de la Liberación en América Latina, en vez de alinear, la religión debe ser la clave para la transformación social.

“Jamás habrá participación popular en los procesos políticos latino-americanos sin incorporar la religiosidad del pueblo”, afirma sin pestañear el fraile dominicano, periodista y escritor, Carlos Alberto Libânio Christo, Frei Betto.

Una de las principales referencias de la Teología de la Liberación en Brasil y en el mundo y con una larga trayectoria como luchador social, ocupa un lugar privilegiado para hablar sobre el tema de la religión y la transformación social. No es casualidad que su libro Fidel y la Religión (1986) tuviera un trascendental papel para, según los propios obispos cubanos, para «quitar el miedo a los cristianos y el prejuicio a los comunistas». Sin duda alguna, la reconciliación entre la Iglesia Católica y el gobierno revolucionario cubano le debe algo importante a Frei Betto.

En Brasil, militante dominicano desde su juventud en la época de la dictadura (1964-1985), contribuyó para la realización de acontecimientos históricos. Entre ellos la fundación del Partido de los Trabajadores, el PT, gobierno del que llegó a formar parte con la elección de Lula a la presidencia de la República, en 2002.

Política, religión y comunicación. En la siguiente entrevista con Desinformémonos Frei Betto recurre a estos tres pilares para dejarnos su impresión sobre el actual momento político de América Latina.

D.- Como frei dominicano y militante junto a las bases populares en la época de la dictadura brasileña, ¿Cómo valora la importancia de la Iglesia Católica para las luchas sociales en América Latina, especialmente en el combate a las dictaduras que asolaron la región durante la década de 1960? Y actualmente ¿ha cambiado el perfil de la actuación social de la Iglesia?