Ciudad de México | Desinformémonos. A 51 años de la matanza de estudiantes del 2 de octubre en Tlatelolco, los integrantes del Comité 68 encabezaron la marcha conmemorativa desde la Plaza de las Tres Culturas hasta el Zócalo Capitalino para exigir justicia por la represión y castigo a los perpetradores de la masacre, así como para denunciar que a más de medio siglo de los hechos “nada ha cambiado aún” y que la lucha por un país democrático continúa.

Félix Hernández Gamundi, uno de los líderes del movimiento estudiantil de 1968, llamó a la población y a la organización ciudadana a recordar las enseñanzas de la lucha del 68, tales como “conocer la importancia de la unidad, la solidaridad y la camaradería, reconocer el derecho de los demás, entender al diferente, al diverso, que tanto vale cada compañera como cada compañero”.

Añadió que aunadas a las demandas del movimiento del 68, hoy también se exige el rescate del campo, de los servicios de salud, del sistema educativo, “de crear un nuevo modelo de país”. “Eso nadie nos lo va a dar, por eso tenemos que organizarnos”, indicó.

En la marcha participaron sobrevivientes de la masacre, así como miles de universitarios, normalistas, organizaciones no gubernamentales y activistas. Las más de 10 mil personas que integraron la movilización avanzaron hasta el Zócalo de la Ciudad de México, donde a las 18:10 minutos se guardó un minuto de silencio por las víctimas de la masacre del 68.

Alrededor de las 18:00, en el avance de los contigentes, elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) encapsularon a un grupo de jóvenes y encapuchados en la avenida Cinco de Mayo, donde se registró intercambio de proyectiles y uso de gas lacrimógeno y petardos por parte de la policía.

La comunidad estudiantil de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) denunció que varios de los jóvenes que participaron en la marcha “fueron víctimas de represión, violencia y violaciones de Derechos Humanos por parte de ‘servidores públicos no uniformados’”, entre los que se encuentran un estudiante de la Preparatoria 2 que “fue detenido y golpeado por policías” y que actualmente se encuentra en el Hospital Balbuena, y otro estudiante del mismo plantel que estuvo desaparecido varias horas después de la marcha.

“Se han registrado, hasta el momento, estudiantes víctimas de agresión de CCH Naucalpan, Prepa 6 y al menos una estudiante de secundaria”, informó el grupo Difusión Filos a través de Facebook.

A las 19 horas, una integrante de la brigada de primerios auxilios Marabunta denunció el robo de un celular por parte de un policía de la Procuraduría General de Justicia (PGJ).

A pesar de las agresiones registradas, el presidente Andrés Manuel López Obrador agradeció a los ciudadanos que integraron los “cinturonres de paz” en la manifestación para evitar “actos violentos” y aseguró que no sucedió “nada de gravedad”.

La creación de los cinturones de paz fue una estrategia diseñada e impulsada “por la jefa de gobierno de la Ciudad de México (Claudia Sheinbaum), con el apoyo del gobierno federal”, que consistía en que funcionarios y voluntarios formaran un cordón humano durante la movlización para “evitar actos violentos”. Sin emabrgo, las cadenas de personas se disolvieron en la marcha, cuando comenzaron los enfrentamientos entre manifestantes y policías.

Ante las agresiones, distintos planteles de la UNAM decidieron prolongar los paros que iniciaron desde el martes para participar en la movilización.