Ciudad de México | Desinformémonos. Naciones Unidas sentenció que el mundo enfrenta la peor crisis humanitaria en 70 años, pues más de 20 millones de personas se encuentran al borde de la muerte por inanición, mientras que millones más son altamente vulnerables a contraer enfermedades asociadas a la falta de agua potable, alimentos y servicios de sanidad.

De acuerdo con la ONU, la emergencia humanitaria que atraviesan Yemen, Sudán del Sur, Nigeria y Somalia, y se requieren al menos 4 mil 400 millones de dólares antes del próximo mes de julio para “impedir la catástrofe”.

Si se continúa con esta tendencia de muerte, “la gente se va a morir de hambre y todas las victorias políticas conseguidas con tanta dificultad durante los últimos años van a dar un paso atrás», advirtió el subsecretario general para Asuntos Humanitarios de la ONU, Stephen O’Brien.

Yemen

Para Naciones Unidas, Yemen actualmente representa “la mayor crisis humanitaria del mundo”, con más de siete millones de sus habitantes sin comida ni agua y casi 20 millones de personas con la necesidad de ayuda para sobrevivir al conflicto armado entre el gobierno y los rebeldes hutís.

O’Brien explicó que de la cantidad total de recursos para la ayuda en Yemen, sólo se ha recibido el 6 por ciento. Además, destacó la rapidez con el problema avanza, pues en enero la cifra de la población yemení que padecía la crisis era de tres millones.

Sudán del Sur

La Organización de las Naciones Unidas declaró oficialmente la hambruna en Sudán del Sur, que también vive un escenario de guerra civil entre las fuerzas del presidente Salva Kiir, y su antiguo vicepresidente, Riek Machar.

Aproximadamente, más de 7.5 millones de sursudaneses requieren de asistencia, en un país «donde la situación es peor que nunca» y la hambruna que lo domina «tiene su origen en la mano del hombre».

En Sudán del Sur, más de un millón de niños padecen malnutrición severa y 270 mil están en riesgo de muerte inminente, además de que gran parte de la población es víctima de la epidemia de cólera que se declaró en junio del 2016.

Aunado a esto, los bombardeos constantes y las operaciones militares por tierra no soóo han impedido la entrada de ayuda humanitaria, sino que también han puesto en serio peligro la vida de los cooperantes. O’Brien denunció asaltos y saqueos contra recintos humanitarios, así como que las promesas de los combatientes de proporcionar rutas seguras y abstenerse de atacar a los voluntarios aún no se cumplen.

Somalia

Al menos tres millones de personas en Somalia están en riesgo de morir por falta de alimentos a causa de la sequía y los ataques del grupo Al Shabaab, los cuales impiden el paso de ayuda humanitaria. En 2011, 260 mil somalíes murieron por hambruna, recordó Naciones Unidas.

A las crisis anteriores se suman Nigeria y la región del lago Chad, donde 7.1 millones de personas se enfrentan a la inseguridad alimentaria.

«La situación que atraviesa esta gente es crítica. Van a morir si no hay respuesta internacional. Todos los países tienen un punto en común: el conflicto. Necesitamos la ayuda de todos para acabar con este sufrimiento. Todavía es posible impedirlo», concluyó O’Brien.