Ante el hambre que padece su población, las ciudades sirias de Madaya, Fua y Kefraya, al norte del país y al noroeste de Damasco, recibieron este lunes ayuda humanitaria a través de la Cruz Roja Internacional.  Al mismo tiempo, personal de dicho organismo evacuó a cerca de 300 personas que necesitan recibir tratamiento médico debido a su estado de salud.  Otras 400 personas esperan poder ser evacuadas también, reportó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Varios convoyes con comida, medicinas y otros productos básicos llegaron a la ciudad de Madaya y a las poblaciones de Fua y Kefraya, asediadas por el Frente Al Nusra, filial siria de Al Qaeda.

El cargamento humanitario fue organizado por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU y la Media Luna Roja Siria. En un comunicado, esta última organización precisó que un total de 44 camiones entraron el lunes a Madaya con 7.800 paquetes de alimentos «suficientes para 40.000 personas», además de comida para bebé y mujeres embarazadas, medicinas y 20.000 mantas, reportó El diario.es.

A Fua y Kefraya llegaron 21 vehículos con 4.000 paquetes de comida para asistir a 20 mil personas y otros productos similares a los repartidos en Madaya. En la nota se destaca que un total de 140 voluntarios de la Media Luna Roja participaron en la distribución de la asistencia.

El representante de ACNUR en Siria, Sajjad Malik en un mensaje de texto reportó “Hay una muchedumbre de niños hambrientos a nuestro alrededor, es desgarrador ver a tanta gente en la misma situación”.

Las imágenes que transmite la Cruz Roja Internacional son de desesperación:  «La primera impresión te rompe realmente el corazón. Ves a la gente en la calle, alguno de ellos sonríendonos y saludándonos pero muchos solo están demasiado débiles con una expresión desalentadora, muy cansados», ha relatado Pawel Krzysiek, portavoz del Comité de Cruz Roja Internacional en Siria, a el diario británico The Guardian.

“Es tremendamente desolador presenciar la situación de estos pocos habitantes. Hace solo un rato, una niña pequeña se acercó a mí y su primera pregunta fue ‘¿habéis traído comida?’

Está muy oscuro y no hay electricidad. Pero veo a gente en las calles, mujeres y niños que vienen a darnos las gracias y a recibirnos. Pero otros preguntan a gritos, «¿por qué tan tarde?». 

Nos preguntan, «¿traéis comida? Porque todo lo que hemos comido en la última semana es agua con especias». 

“Es noche cerrada ahora mismo y los sirios están quemando algunos residuos para intentar entrar un poco en calor. No hay rastro visible de enfrentamientos; Madaya se nota despoblada pero no abandonada. Puedes sentir que entras en una ciudad desierta pero en la que sabes que vive gente. Me ha recordado en cierto modo a Faluya” continuó diciendo Krzysiek.

Se espera que el reparto de la ayuda se prolongue a lo largo de esta semana. Madaya sufre el asedio del régimen sirio y de su aliado, el grupo chií libanés Hizbulá, desde hace 181 días; mientras que Fua y Kefraya, de mayoría chií, llevan cercadas desde hace meses por el Frente al Nusra.

Un total de 4,5 millones de personas residen en zonas de difícil acceso en Siria, incluidas las 400.000 que habitan en áreas cercadas, bien por el régimen o la oposición, de acuerdo a datos de la ONU.

Con información de El diario.es