El 13 de septiembre pasado, desde la mina Veladero, concesionada a la multinacional Barrick Gold, se vertieron más de un millón de litros de una solución con cianuro sobre el Río Potrerillos, desde donde las aguas corrieron hacia los cauces de los ríos Las Taguas, La Palca, Blanco y Jáchal.
Cientos de manifestantes bloquearon el acceso a la mina Veladero, hasta donde llegó la policía de San Juan a reprimirlos violentamente la madrugada del 23 de octubre.
En un primer comunicado, la multinacional de origen canadiense Barrick Gold aseguró que “no hubo contaminación en los ríos”. Sin embargo, después de la difusión de varias versiones, la empresa admitió el derrame y suspendió a quince encargados de la operación en la mina.
Veladero es una mina en la que se explota oro y plata y se encuentra a más de 4000 metros sobre el nivel del mar en una zona periglacial; se localiza cerca de la municipalidad de Jáchal, donde desde hace más de diez años se integró la asamblea “Jáchal No se Toca” para protestar y denunciar los riesgos de la actividad minera en la zona.
Antes de que Barrick Gold llegase a Jáchal, las principales actividades económicas eran la agricultura y, en menor medida, la ganadería. En particular, el pueblo siempre fue conocido por la buena calidad de sus cebollas. Sin embargo, la minería llegó y le disputó recursos a la agricultura: monetarios, humanos y agua.
La Agencia TSS de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) en un artículo comenta: “las empresas mineras siempre apelan al término ‘minería sustentable’, pero la explotación de un recurso no renovable no puede ser sustentable en el tiempo, y debe evaluarse si su extracción produce más beneficios que inconvenientes”.
Saúl Zeballos, integrante de la asamblea “Jáchal No se Toca” comenta: “El gobernador siempre nos habló de desarrollo sustentable y evidentemente solo es una frase bonita. Nos dijeron que se iban a duplicar la cantidad de hectáreas cultivables y que se construiría una red de canales en la zona del dique Cuesta del Viento, pero nunca se hizo nada”.
El 20 de octubre pasado, los integrantes de la asamblea presentaron un estudio realizado por la Universidad Tecnológica Nacional, en la que, en la toma de muestras de agua, realizada en distintos puntos de Jáchal y Pachimoco, se detectaron concentraciones de cianuro dieciséis veces mayor que el valor de tolerancia para la vida acuática.
Los integrantes de la asamblea “Jáchal No se Toca” y otros ciudadanos, así como autoridades locales han realizado manifestaciones y bloqueos en las puertas de la mina Veladero para exigir el cese de la actividad minera. La policía de San Juan llegó para reprimirlos y desalojarlos la madrugada del 23 de octubre. Hubo más de veinte detenidos y varias mujeres golpeadas.
Foto: Agencia TSS
