Miles de docentes se movilizaron este viernes en Asunción (capital) y en las principales ciudades de Paraguay para exigir un reajuste salarial y mostrar su rechazo a la propuesta del Gobierno, luego de plantear aumentos anuales del 8 por ciento.

“Rechazamos la propuesta del Ministerio porque la consideramos discriminatoria”, expresó a EFE el secretario general de la Federación de Educadores del Paraguay (FEP), Silvio Piris. Añadió que como gremio no pueden aceptar una propuesta que beneficie solo a unos pocos.

En el primer año incluirá a los maestros que superen 20 años de labor y al año siguiente, el aumento sería para los educadores con más de 15 años de enseñanza. Igualmente, Piris mencionó que la propuesta tardaría en beneficiar a los docentes con menos años de antigüedad, algo que no discutieron con el Gobierno a principios de este año, cuando ambas partes llegaron a un acuerdo para evitar una huelga y permitió a más de un millón y medio de estudiantes iniciar las clases en febrero.

Los maestros habían propuesto al Gobierno realizar cuatro aumentos anuales de 16 por ciento para todos los educadores y de esta forma cubrir la brecha salarial actual, de uno 354 dólares, al salario básico profesional que reclaman, 580 dólares.

“En cuatro años se llega al 64 por ciento, que es la diferencia que hoy existe entre el salario básico profesional y lo que el docente percibe”, añadió el secretario de la FEP. También aseguró que esperan que el Gobierno acepte la propuesta antes del martes y así evitar posibles movilizaciones la próxima semana.

Asimismo, agregó que el Ejecutivo tiene oportunidad hasta el 1 de septiembre para incluir un reajuste salarial para el sector docente en el Presupuesto General de la Nación (PGN), luego el proyecto deberá ser presentado a la comisión bicameral del Congreso para su estudio. El reajuste salarial, según Piris, sería de unos 79 millones de dólares por año del PGN, por los próximos cuatro años.

Paraguay invierte 3,5 por ciento de su producto interno bruto en educación, muy por debajo del 7 por ciento mínimo exigido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en el mundo.