Más de una cuarta parte de las muertes de menores de cinco años de edad en el mundo se debe a la contaminación del agua y del aire y a la degradación medioambiental, indicó un informe presentado en la Asamblea de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA).
El documento señala que más de 25 por ciento de las muertes de infantes menores a esa edad y 23 por ciento de las muertes que se registran anualmente son consecuencia de la contaminación, así como de la exposición de sustancias que provocan enfermedades crónicas.
La contaminación causa 234 veces más muertes prematuras al año que los conflictos violentos, destaca el informe elaborado por el Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y varias instituciones medioambientales.
Por lo menos 7 millones de personas al año mueren por la contaminación del aire, mientras que más de 842 mil mueren como consecuencia de enfermedades diarreicas ocasionadas por la falta de acceso a agua limpia y sanitarios.
“Nuestras economías matan a mucha gente en el nombre del desarrollo, una de cada cuatro o cinco muertes prematuras son causadas por nosotros mismos. Es lo que se llama matanza o asesinato”, expresó Achim Steiner, director del PNUMA.
El 75 por ciento de las muertes se concentran en países de rentas medias y bajas, y la mayor parte de estos fallecimientos se concentran en el Sudeste asiático y en el oeste del Pacífico, con 28 por ciento y 27 por ciento del total, respectivamente.
Con información de agencias
