Ciudad de México | Desinformémonos. Con Afganistán y México como los países más peligrosos para el periodismo, en todo el planeta fueron asesinados 930 periodistas del 2006 al 2016, de acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Tan sólo en el 2016, 102 periodistas fueron asesinados dentro de sus países o en otras naciones en calidad de refugiados por la persecución y amenazas, señaló la UNESCO con motivo del Día internacional para poner fin a la impunidad de los crímenes contra periodistas.

En el 2016, Afganistán y México resultaron los países con mayor número de periodistas asesinados, con 13 cada uno. A ellos les siguieron Yemen, con 11 víctimas, Irak, con 9, y Siria, con 8.

La información de la UNESCO apunta que sólo diez por ciento de los casos en ese lapso de diez años fueron resueltos. Por otra parte, se registró una tendencia ascendente en la proporción de periodistas locales asesinado, con 94 por ciento de las víctimas en 2016.

En países como México, la seguridad digital de los periodistas también se ve amenazada por el espionaje, los ciberataques, las campañas de desinformación y las intimidaciones, destacó la organización.

Además, durante diez años las agresiones contra los periodistas y medios de comunicación también incrementaron, pues hubo un mayor registro de secuestros, detenciones arbitrarias, torturas y amenazas, indicó la organización. Específicamente, agregó que en los países árabes aumentaron drásticamente los secuestros de periodistas por parte de extremistas.

A principios de Julio, a organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) alertó que México se convirtió en el 2017 “en el país más mortífero del mundo para los periodistas y se coloca por delante de Siria, país oficialmente en guerra”.

“Esta situación de violencia es aún más inaceptable e indigna para un país democrático” porque “no viene de ayer” y se han contabilizado más de 100 asesinatos de periodistas en México desde 2000 y al menos una decena sólo el pasado año, dijo entonces el secretario general de la organización, Christophe Deloire.

De acuerdo con la organización, el que la violencia contra los comunicadores a través de secuestros, desapariciones forzadas y otras agresiones continúe es gracias a que “la impunidad es desgraciadamente la regla” y a la connivencia entre el crimen organizado y “ciertas autoridades políticas y administrativas”.