Ciudad de México | Desinformémonos. Alrededor de 23 mil estudiantes participaron en la movilización que recorrió la ruta de la Marcha del Silencio de 1968, desde el Museo de Antropología hasta el Zócalo de la Ciudad de México, para exigir un alto a la violencia, los feminicidios, los grupos porriles y la corrupción en las escuelas.

Desde el Museo de Antropología hasta el Antimonumento 43, los estudiantes recorrieron Paseo de la Reforma en silencio tal como se hizo en 1968, y a la altura de avenida Juárez comenzaron a hacer el conteo del uno al 43 para exigir justicia por los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa.

La movilización continuó al grito de consignas como “Fuera porros de la UNAM” y “¿Por qué nos asesinan, si somos la esperanza de América Latina”, al igual que el Goya y el Huélum, del Instituto Politécnico Nacional.

Escuelas como la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), la Universidad de Chapingo y el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), así como colectivos y organizaciones, se unieron a la movilización de los estudiantes que protestaron por la seguridad y un alto a la impunidad.

Al llegar al Zócalo, se llevó a cabo un mítin en el que familiares de víctimas de violencia y estudiantes expusieron sus casos y pidieron justicia a las autoridades.

Al frente del contingente universitario iban los estudiantes del CCH Azcapotzalco, quienes fueron atacados por los porros el pasado 3 de septiembre, así como el Comité 68 y los padres y normalistas de Ayotzinapa.