Madonna: “Entendí que las mujeres no tenemos la misma libertad que los hombres”

Página 12

Lo que quisiera transmitirle a todas las mujeres de hoy acá es esto: las mujeres han sido oprimidas por tanto tiempo que llegan a creer lo que los hombres dicen de ellas. Creen que necesitan a un hombre para hacer bien el trabajo.

Al recibir el premio de Billboard denunció la misoginia y recordó que no hay excepciones ni en la música ni para una reina del pop.

Madonna fue elegida el pasado fin de semana por la revista Billboard como la Mujer del Año, por ser la más destacada de la música en 2016 y en reconocimiento a su trayectoria. «Gracias por reconocer mi capacidad para ejercer mi carrera durante 34 años, ante el sexismo, la intimidación constante y el abuso implacable», dijo la cantante y habló un rato largo de sexismo, misoginia y la diferencia que hay en el mundo, también de la música, entre hombres y mujeres.

Fragmentos del discurso de Madonna al recibir el premio Mujer del Año:

«Por supuesto que me inspiraron Debbie Harry y Chrissie Hynde y Aretha Franklin, pero mi verdadera musa fue David Bowie. Él personificaba al espíritu masculino y femenino que me cabía perfectamente. Él fue el que me hizo entender que no hay reglas. Pero entendí mal, no hay reglas si eres varón. Sí las hay si eres mujer. Cuando eres mujer tienes que jugar el juego. Se te permite ser linda y sexy. Pero no parezcas inteligente. No tengas una opinión que no esté alineada con el status quo.

Se te permite ser cosificada por los hombres y vestirte como una puta, pero no puedes apropiarte de tu putez. Y ni se te ocurra, repito, ni se te ocurra compartir tus propias fantasías sexuales con el mundo. Sé lo que los hombres quieren que seas, pero más importante, sé lo que las otras mujeres se sienten cómodas que tú seas alrededor de otros hombres. Y finalmente, no envejezcas. Porque envejecer es un pecado. Vas a ser criticada, denigrada y definitivamente no te van a pasar en la radio (…)

Años más tarde (…) hice mi disco Erótica y edité mi libro Sex. Recuerdo haber sido el titular de cada diario y revista. Todo lo que leía sobre mí misma era condenatorio. Me llamaron prostituta y bruja. Un titular me comparaba con Satanás. Y yo decía ‘paren un poco, ¿no está Prince dando vueltas por ahí con medias de red, tacones altos, lápiz de labios y el culo al aire?’ Y así era, pero él era un hombre. Esa fue la primera vez que entendí que las mujeres no tenemos la misma libertad que los hombres.

Recuerdo un momento en mi vida donde deseaba tener un par femenino a quien admirar para que me apoye. Camille Paglia, la famosa escritora feminista, dijo que retrasé al colectivo femenino por haberme cosificado sexualmente a mí misma. Entonces pensé ‘ah, si sos feminista no tienes sexualidad, la tienes que negar’. Entonces dije ‘a la mierda todo, soy otro tipo de feminista, soy una mala feminista’.

(…)

Lo que quisiera transmitirle a todas las mujeres de hoy acá es esto: las mujeres han sido oprimidas por tanto tiempo que llegan a creer lo que los hombres dicen de ellas. Creen que necesitan a un hombre para hacer bien el trabajo. Y hay unos cuantos buenos hombres que hacen falta, pero no porque sean hombres, sino porque son buenos. Como mujeres tenemos que empezar a apreciar nuestro propio valor y el valor de las demás.  Busquen mujeres fuertes para tener de amigas, de aliadas, de maestras, de colaboradoras, de inspiradoras, de apoyo, de iluminadoras. No es tanto para recibir este premio que he venido hoy sino para pararme y decirles gracias».

 

 

Texto publicado en Página 12.com.ar 

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