Querétaro, Qro., 7 de agosto. La lucha estudiantil es una medida para lograr la independencia y defender el derecho al acceso a la educación pública, así como intentar transformar el modelo neoliberal, coincidieron en señalar estudiantes que participan en diferentes movimientos sociales en México, Puerto Rico, Canadá y Estados Unidos. En el contexto del sexto aniversario del Movimiento de Resistencia Juvenil en Querétaro, los líderes estudiantiles Philippe Lapoint y Alexandra Zawadsky del Movimiento Amplio de Estudiantes de Québec, Canadá; Zoltan Glück de Nueva York; Gamelyn Oduardo, de Puerto Rico; Rocío Borrayo y Arturo Ramos, del Movimiento de académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México de #YoSoy132, revelaron su experiencia y logros. Cada uno narró el conflicto por el que atraviesan los estudiantes en su lugar de origen y las acciones que emprendieron para lograr la atención de sus gobiernos. La mayoría coincidió en que su lucha surgió tras el intento de las autoridades de incrementar los costos de la colegiatura o la reducción del presupuesto a universidades públicas.

En la conferencia efectuada en el auditorio Fernando Díaz Ramírez de la Universidad Autónoma de Querétaro, Gamelyn Oduardo, de Puerto Rico, señaló que su gobierno redujo el presupuesto a las universidades e intentó privatizar los espacios universitarios. Por lo que iniciaron una movilización de resistencia y ante la nula respuesta de las autoridades a sus demandas realizaron dos huelgas a la que se sumaron diversas organizaciones.

Por su parte, Philippe Lapoint y Alexandra Zawadski del Movimiento Amplio de Estudiantes de Quebéc, Canadá, dijeron que su movimiento inició por el intento del gobierno de aumentar el costo de colegiaturas. Desde 2010 realizan manifestaciones en las que han participado más de 200 mil personas, así como bloqueos intermitentes en los campus universitarios.

Zoltan Glück, de Nueva York, destacó que aunque hay particularidades, todo se traduce en embates del modelo neoliberal contra la educación pública, de ahí la importancia de mantener los movimientos de resistencia y sobre todo entablar lazos de unidad fuera de las fronteras para construir mejores sociedades.