Ciudad de México | Desinformémonos. Expertos de la UNAM reiteraron que los sismos no son predecibles y que se deben ignorar los mensajes “alarmistas y apócrfos” que circularon en las redes sociales para advertir sobre un gran movimiento telúrico, por lo que sólo llamaron a la población a “estar conscientes de que habitamos en una zona altamente sísmica”.

Ante el sismo de 8.2 grados en la escala Richter que sacudió a la Ciudad de México la madrugada del viernes, con epicentro cerca de Pijijiapan, Chiapas, los expertos del Instituto de Ingeniería y del Servicio Sismológico Nacional y del Servicio Mareográfico Nacional explicaron que hasta la mañana del 8 de septiembre se habían registrado 266 répicas, de las cuales la más intensa fue de 6.1 grados a las 00:17 horas.

“El sismo ocurrió en la zona del Istmo de Tehuantepec, y es posible que haya más réplicas que pueden alcanzar magnitudes de hasta 7 grados. La recomendación a la población es estar atentos”, señaló Xyoli Pérez Campos, jefa del Servicio Sismológico Nacional.

Durante 2016, detalló, se registraron 15 mil 400 temblores, lo que habla de la sismicidad en el país, dijo Pérez Campos.

Añadió que el sismo del viernes es el segundo más intenso desde 1910, junto con el que se registró en las costas de Jalisco y Colima en 1932, de 8.2 grados Richter.

Leonardo Ramírez Guzmán, de la Unidad Sismológica del Instituto de Ingeniería, detalló que pese a que se trata de uno de los movimientos telúricos más intensos, la percepción de su intensidad fue una quinta parte del ocurrido en 1985.

“Nuestras estimaciones indican que 50 millones de personas estuvieron expuestas al sismo o lo sintieron; de ellas, 38 millones lo percibieron de manera moderada”, subrayó.

El sismo dejó por lo menos 61 muertos en Oaxaca, Chiapas y Tabasco, donde se registraron los mayores daños y por los que se inició una campaña de acopio en distintos puntos de la Ciudad de México y otras entidades.