Ciudad de México | Desinformémonos. Incluso antes de que se anunciara finalmente quién dirigiría a Estados Unidos los próximos cuatro años, sectores de la población en ese país y en el mundo expresaron su angustia ante la ascendencia en el número de votos a favor del recién electo Donald Trump. Pero cuando fue definitiva su victoria, inmediatamente los temores, la desesperación y las dudas surgieron entre los migrantes, las mujeres, adultos mayores y en general, entre todas las personas que amenazan que “América sea grande de nuevo”, según el ahora presidente estadounidense.

Los migrantes, principalmente centroamericanos y musulmanes, ahora viven con el miedo de que en cualquier momento pueden ser deportados, pues el triunfo de Trump representa la repatriación de al menos 11 millones de personas “indocumentadas”.

Además, a pesar de que en su discurso realizó algunos cambios y resaltó ambigüedades, el presidente electo promete la construcción de un muro en la frontera con México, así como acabar con la “protección” que las acciones ejecutivas del gobierno anterior otorgaron a una parte de los migrantes en el país. Sin embargo, la noche de ayer el magnate señaló: “Ahora es tiempo de que Estados Unidos cure las heridas creadas por la división (…) Es hora de unirnos como un sólo pueblo”.

Declaró que su gobierno trabajará “para reconstruir” el país “y renovar el sueño americano”. Y contradijo sus propuestas durante su discurso al asegurar que “nos llevaremos muy bien con todas las naciones que quieran llevarse bien con nosotros».

Poco antes de anunciarse el nuevo mandatario de Estados Unidos, los sitios web oficiales de Canadá para la tramitación de visas se declaró “fuera de servicio” ante la saturación del sistema. En las páginas www.cic.gc.ca y www.immigration.ca es donde se puede obtener toda la información para el trámite y los posibles lugares para alojarse en el país, por lo que ambos colapsaron a medida que ganaba votos el candidato republicano.

En febrero de este año, una isla canadiense ofreció refugio a los estadounidenses si Trump llegaba a ganar las elecciones. La invitación fue:

«¡Hola estadounidenses! Donald Trump puede ser el presidente de su país. Si eso ocurrre, y quieren irse al demonio de allí, les sugiero mudarse a la isla de Cape Breton (Cabo Bretón)”.

La victoria del empresario y poco experimentado en la política, Donald Trump, representa también una presión más en la lucha de las mujeres que defienden sus derechos y buscan su empoderación, pues el presidente estadounidense fue acusado durante toda su campaña de comentarios misógenos, desde ofensas a las mujeres y denuncias de agresiones sexuales.

En el periodo de candidatura, puntos como los derechos reproductivos y la paga igualitaria pasaron a ser de segundo plano, lo que significa para los grupos feministas el recrudecimiento del machismo en el país “más poderoso del mundo”.

Con información de agencias