Los indignados españoles ante su futuro

Entrevistas: Desinformémonos

España. Intelectuales, organizaciones y ciudadanos entrevistados por Desinformémonos hablan sobre las aportaciones del 15M a la política española, y sobre el futuro del movimiento.

El 15M ha sido ante todo un catalizador de la expresión política de un segmento poblacional que los partidos tradicionales no han sido capaces de recoger. Ha sido una línea de fuga que ha aportado críticas y soluciones constructivas para problemas como la transparencia de los asuntos públicos, los saqueos de la “troika” a los pueblos, la austeridad y los recortes y la representación política.

El futuro del 15M pasa por confluir y converger más allá del mismo y conseguir implantación o, por lo menos, potencias organizativas allá donde le es más complicado por la propia configuración sociológica del movimiento. Confluir con las maneras en lucha por la defensa de los servicios y bienes comunes es una tarea fundamental, así como organizar a esa gente joven con curros temporales y precarios, que son muchos, demasiados, aunque no lo parezca.

Juventud sin futuro, organización de jóvenes que participó en la convocatoria del 15M

 

La aportación del 15M a la política es precisamente eso, el volver a la política llevándola al lugar que le corresponde, que es en manos de todos y todas. Porque política es todo lo que hacemos para intentar evitar la violencia y vivir mejor. Y durante mucho tiempo, de forma masiva, se creyó que la política sólo residía en los parlamentos. El 15M ha develado también masivamente esa mentira. Yo creo que el 15M ha heredado muchas formas de hacer del feminismo al poner en el centro de la actuación el cuidado, la vía pacífica, la escucha, la imaginación.

Observo que el 15M es un movimiento de ida y vuelta porque se conforma de mucha gente ya comprometida en su cotidianidad. Es decir, cuando es necesario se toma la plaza. Y, luego, cada quien vuelve a su compromiso político cotidiano. Los cambios están suponiendo inventar nuevas formas de hacer política y/o nuevos sentidos de las formas clásicas como la huelga o la manifestación, por ejemplo, y hacerlo de forma pacífica.

Laura Mora es abogada y profesora

El 15M ha abierto el escenario político español, que estaba muy bien cerrado por el bloque histórico salido de la Transición negociada entre las élites franquistas y la izquierda pactista. Se ha hecho famosa ya la metáfora del “clima” para describir la influencia del 15M, invisible a primera vista pero fundamental para las posibilidades de cambio político. No se trata sólo de los desahucios de familias frenados, ni de la recuperación del espacio público, ni la revitalización y creación de nuevo tejido social. Todo esto es importantísimo, pero a mi juicio la clave radica en otro sitio: el 15M ha ampliado el horizonte de lo posible al normalizar demandas, posiciones y propuestas ayer “extremistas” y que hoy circulan como de sentido común: la nacionalización de la banca, la reforma del sistema electoral, el cuestionamiento de la monarquía o de la supeditación de los representantes políticos a los poderes económicos no elegidos por nadie, la actuación de la policía siempre a favor de los poderosos, el secuestro de la democracia por el capital financiero. El 15M, partiendo de la exposición de “dolores” individuales como banderas incontestables, ha comenzado a trazar una frontera simbólica entre las élites y el pueblo. En ese sentido, es un paso de gigante en las posibilidades de transformación política bajo el liderazgo de los sectores subalternos.

El movimiento 15M, o el conjunto de iniciativas que se amalgaman bajo el mismo nombre y estilo del 15M, tienen ante sí enormes dificultades. El sistema político español es aún sólido, pese al descrédito creciente de las élites, con independencia de sus siglas. Por otra parte, muy poca gente duda de que con la excusa de la crisis se ha desatado un infame saqueo de lo público y una feroz ofensiva sobre los derechos sociales, laborales y civiles. Los motivos son sobradamente conocidos. El problema es que el miedo y la frustración hoy conducen a mucha gente a la impotencia y al cinismo. Está pendiente, más allá de la dinámica “expresiva” del malestar, su articulación en una propuesta de cambio político, máxime cuando se tiene enfrente un gobierno que hace gala de imponer medidas que no llevaba en su programa electoral, de su servilismo con el capital financiero y su mano dura frente a las protestas. En el seno del 15M, y conforme la situación económica y política se agrave, se irán desarrollando las discusiones sobre el poder político, componente indispensable del cambio social. El problema es que vivimos tiempos acelerados.

Íñigo Errejón, doctor e investigador en Ciencia Política 

 

Uno de los principales problemas a los que se enfrentan quienes ejercen la prostitución es la falta de escucha de sus intereses por parte de las diferentes administraciones. Por tanto, creíamos imprescindible que su voz se escuchase en la Puerta del Sol. Para nosotras ha sido muy importante participar en la comisión de lo social, en la comisión de contenidos feministas, en los grupos de trabajo queer y que nos hayan pedido opinión desde la comisión de inmigración, por ejemplo.

Fue muy importante que algunas trabajadoras del sexo estuvieran el jueves 26 de mayo en el debate sobre prostitución que tuvo lugar en la carpa feminista de la Acampada de Sol y, sobre todo, que su voz fuera tenida en cuenta. Generar alianzas entre nosotras es, al fin y al cabo, el espíritu del feminismo.

Nos hubiera encantado que, al igual que en Barcelona y desde el primer día, se hubiera exigido (y contemplado en el manifiesto de Madrid) el reconocimiento de los derechos de las trabajadoras sexuales, pero todo se andará.

 

Colectivo Hetaira, grupo de defensa de los derechos de las trabajadoras del sexo

Se cumple un año del 15M, rebautizándose en 12M y demostrando nuevamente su fuerza al ocupar las calles de cerca de 80 ciudades del Estado español y, sobre todo, re-okupando sus símbolos: la Puerta del Sol en Madrid y la Plaça Catalunya de Barcelona.

Ante las medidas económicas y políticas europeas,  tenemos como respuesta en España, por un lado, la mayoría absoluta del PP (que da a la derecha más poder institucional del que nunca tuvo desde el final de la dictadura), y por otro lado, un aumento de la respuesta ciudadana -que más que anti-sistema es asistemática- que está reaprendiendo el asamblearismo y el consenso como vías y como fines, y que reacciona más por descontento que por ideología: los indignados del 15M. Son muchas las dudas que genera este nuevo proceso, pero hay dos cuestiones que son indiscutibles: que la derecha, fuera y dentro del poder, asume el movimiento indignado como un rival al que atacar, y que los detentadores del poder económico tienen miedo de las ideas que el movimiento está planteando: el ejemplo islandés, las propuestas de decrecimiento, el planteamiento de propuestas entre anti-capitalistas y keynesianas, pero siempre anti-neo-con. Este es su valor y el peligro que el poder ve en él.

Durante los siete meses y medio del año 2011 que vivió el 15M, sufrió 33 situaciones de represión policial en 18 ciudades distintas, en las que 242 personas sufrieron heridas de distinta consideración de las que tuvieron que ser atendidos en hospitales o centros de salud. De las numerosas denuncias y querellas por maltrato policial, ninguna ha sido tenida en cuenta por la Justicia. Muchas de las denuncias por atentado contra la autoridad y desobediencia impuestas a l@s indignad@s han terminado en multas y sanciones económicas.  La represión es por ahora la respuesta que el poder ha dado a las propuestas del 15M.

       Esto es lo único que se puede dar por cierto del 15M. Parece seguro que va a seguir siendo un protagonista del nuevo mapa político pero no sabemos cuál va a ser su rol: ¿germen de una nueva sociedad? ¿Excusa para un nuevo autoritarismo? ¿Cuna de una nueva clase política que repetirá los mismos errores de la supuesta transición de los años 70? Por ahora sólo hay preguntas y ninguna respuesta, pero esa es la verdadera fuerza del movimiento 15M, un movimiento que ha venido a cuestionar la realidad social de este Estado español en el que todo parecía incuestionable.

Carlos Hernández, historiador, trabaja en defensa de derechos de l@s pres@s

Publicado el 14 de mayo 2012

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2 Respuestas a “Los indignados españoles ante su futuro”

  1. Hector Lopez

    Como hispano me idetifico con Espana. Seguro con esto no quiero decir que soy un Indiano puro, pero tengo sangre espanola.!Que viva Puerto Rico libre y soberano!!. !!Que viva Nuestra America!!! !!Que viva Portugal!!.

    don Hector Lopez

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