Ciudad de México | Desinformémonos. En las comunidades tsotsiles del municipio de Aldama, Chiapas, «los disparos no se detienen», pues tan sólo en mayo se han registrado 33 ataques armados desde la comunidad de Santa Martha, Chenalhó, denunció el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba).

«Queda claro que las acciones que ha implementado el Estado mexicano para atender el problema agrario no han surtido efecto, ya que la violencia continúa y agrava las violaciones a derechos humanos de las niñas, niños, mujeres y hombres de la localidad», aseguró el Frayba, que criticó que las acciones de «deslinde y reparto territorial» que impulsó el gobierno el 27 de abril entre la población de Aldama y Santa Martha tuvieron la finalidad «de maquillar la actuación ineficaz del Estado».

El Frayba recordó que tan sólo el mismo día en el que se realizó el acto entre autoridades gubernamentales y militares y la población tsotsil de Aldama y Chenalhó, se recibieron cuatro reportes de disparos de armas de fuego hacia las comunidades de Juxton, Ch’ivit, Cabecera y Stzelejpotobtik, del municipio de Aldama.

«Mientras no se investigue ni se identifica las personas responsables de los ataques, así como el origen, conformación, estructura y financiamiento del grupo armado, la población seguirá en la inseguridad y zozobra, lo que constituye un entorno torturante», afirmó el Centro.

Por ello, urgió de nuevo a las autoridades a garantizar la vida, la seguridad, la armonía y las paz en las comunidades de Aldama y en el resto del territorio chiapaneco.

A continuación el comunicado completo:

Después de las acciones de “deslinde y reparto territorial” entre los habitantes del municipio de Aldama y la comunidad Santa Martha, municipio de Chenalhó el pasado 27 de abril, acto en el que estuvieron representantes de las autoridades de la esfera local, estatal y federal, así como elementos del Ejército mexicano, Guardia Nacional y Policía estatal, con la finalidad de maquillar la actuación ineficaz del Estado mexicano, los disparos no se detienen. Este mismo día se recibió cuatro reportes por parte de los representantes de los 115 comuneros de Aldama de disparos de arma de fuego hacia las comunidades de Juxton, Ch’ivit, Cabecera y Stzelejpotobtik del municipio de Aldama. Los disparos provinieron de los puntos de ataque el Templo y Chalontik, Ontik, el Ladrillo, Ontik, Xchuch te’1 y 2, T’ul Vitz, el Colado y el Chino en Fracción Ak’tik 2. Para el día 29 de abril se recibió 1 reporte y el 30 de abril 4 reportes.

El mes de abril fue el mes con menos agresiones armadas que recibió la población que habita en los limítrofes de Aldama y Chenalhó con 100 reportes de agresiones armadas. Mientras que el mes de marzo fueron 437 reportes de ataque armado, 346 en febrero y 230 en enero de 2022. en el mes de enero dos personas fueron alcanzadas por proyectiles de armas de fuego de las cuales una perdió la vida.  Mientras que en marzo, una niña de de 9 años salió herida.  De lo que va del mes de mayo se han recibido 33 reportes de ataques armados.

Las constantes agresiones agravan de forma cotidiana la seguridad de las familias, así lo expuso una de las integrantes de la representación de los 115 comuneros quien indicó durante una reunión de incidencia nacional e internacional sostenida el día 4 de mayo que:

“La situación que se vive a diario es de terror y pánico, como mujeres arriesgamos la vida en salvaguardar la integridad de nuestros hijos e hijas y de nosotras mismas […] como mujeres, como descendientes de los mayas exigimos que haya justicia y una pronta solución a este conflicto, a pesar de que los gobiernos han hecho firmas de acuerdos, pactos de no agresiones, instalaciones de bases de operaciones mixtas y no han funcionado, mismos elementos han sido agredidos por estos grupos armados, el gobierno implantó recorrido interinstitucional conformados por la guardia nacional, el ejército y la policía estatal preventiva, pero cuando se retiran las agresiones continúan, el gobierno del estado ha hecho caso omiso, los delincuentes andan fuera mientras que los inocentes siguen perseguidos como nuestro hermano y compañero Cristóbal Santiz Jiménez”.

Queda claro que las acciones que ha implementado el Estado mexicano para atender el problema agrario no han surtido efecto, ya que la violencia continúa y agrava las violaciones a derechos humanos de las niñas, niños, mujeres y hombres de la localidad. Mientras no se investiga ni se identifica las personas responsables de los ataques, así como el origen, conformación, estructura y financiamiento del grupo armado, la población seguirá en la inseguridad y zozobra, lo que constituye un entorno torturante, por continuidad y permanencia de las diversas violencias contra la población.

El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas manifiesta su preocupación por las acciones ineficaces del Estado y reitera la urgente necesidad de garantizar la vida, la seguridad, la armonía y las paz tanto en las comunidades de Aldama así como en el resto del territorio chiapaneco que está siendo desolado por la violencia.