11 de noviembre de 2014. Más de 80 por ciento de quienes participaron en la consulta del domingo 9 de noviembre dijeron “Sí” a que Cataluña sea un Estado y “Sí” a que sea independiente. El proceso fue vetado por el Tribunal Constitucional español, lo que no desalentó la participación de la ciudadanía.

Las imágenes de la jornada de consulta, llamada popularmente 9-N, registraron largas colas de votantes, tanto en distritos ricos como en pobres. “La gente besa la papeleta, se saca fotos con ella, se ve que se ha creado ilusión en un barrio trabajador como el nuestro”, señaló a Naiz Xavier Messeguer, responsable de la mesa de votación en un sector obrero.

Las dos preguntas realizadas a los electores fueron: ¿Quiere que Catalunya sea un Estado?, y ¿Quiere que sea un Estado independiente? Los datos parciales arrojan una participación de 2 millones 43 mil 226 personas (de 5.4 millones con derecho a voto), con el 88.44 por ciento de las mesas contabilizadas.

En cuanto al resultado parcial de la votación, la opción del “sí/sí” lleva la delantera, con un 80.72 por ciento de votos. Poco más de un 10 por ciento expresó su deseo de que se construya un modelo de relación federal (sí-no) y un 4 por ciento optó por el «no» al cambio de modelo.

La jornada fue calificada como “histórica” y “lección de democracia” por diversas organizaciones sociales y partidos políticos catalanes, mientras el gobierno central español, a cargo del derechista Partido Popular, la calificó de “farsa”.

La realización de la consulta estuvo a cargo de voluntarios, y se instalaron más de mil mesas de votación. El presidente catalán, Artur Más, anunció que explicará los siguientes pasos de su gobierno dentro de dos semanas, adelantó que buscará una consulta “que sea definitiva” y solicitó “más diálogo” al gobierno central de Mariano Rajoy. Algunos grupos políticos piden que se llame a elecciones anticipadas en Cataluña –una de las autonomías “históricas” que conviven en España, junto con el País Vasco-, y algunas organizaciones apuestan por una declaración unilateral de independencia.