Ciudad de México | Desinformémonos. En todo el país hay por lo menos 2 millones de jornaleros, principalmente indígenas de Chiapas, Oaxaca y Guerrero, que migran a los campos agroexportadores del noroeste, donde son víctimas de una gran cantidad de abusos y violaciones a sus derechos, señaló Deyanira Clériga, de la Red de Jornaleros Agrícolas Internos.
La principal forma de abuso es la explotación laboral de los jornaleros, quienes son obligados a trabajar en condiciones de esclavitud por largas jornadas de 9 a 15 horas, sin refugio, alimentación ni atención sanitaria. Ante este fenómeno, que se desarrolla en la mayor parte del territorio mexicano que se dedica a la agricultura para exportación, las autoridades no han llevado a cabo ninguna acción en favor de las víctimas, señalaron organizaciones civiles.
Jesús Carmona, de la organización Respuesta Alternativa San Luis Potosí, explicó que tan sólo en 2015 y 2016 se documentaron nueve casos de explotación laboral, donde unos mil 100 jornaleros fueron afectados. De ellos, 156 eran menores de edad.
El pasado viernes 25, 81 jornaleros agrícolas fueron rescatados en las cercanías de Torreón, Coahuila, por lo que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) solicitó a autoridades federales y del estado la instrumentación de medidas cautelares a su favor.
Ante esto, Carmona enfatizó que el rescate de los jornaleros en condiciones de esclavitud en el rancho tomatero ocurrió dos semanas después de las primeras denuncias de uno de los trabajadores, cuando había alrededor de 400 personas laborando ahí.
En el rancho vivían 68 hombres y 13 mujeres en condiciones irregulares e infrahumanas durante el cultivo del jitomate, aseguró la CNDH.
La Comisión solicitó adoptar las medidas necesarias de protección médica, psicológica, de alimentación y sanitaria, “para preservar la integridad de esas personas a fin de evitar cualquier tipo de acto de difícil reparación que vulnere sus derechos humanos”.
De igual manera, demandó que en el ámbito de sus atribuciones les brinden apoyo para retornar a su lugar de origen en condiciones adecuadas y seguras, además de recabar todos los datos pertinentes para su posterior localización, a efecto de facilitar las investigaciones correspondientes.
