El Rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, maestro David Fernández Dávalos, invitó a las y los alumnos de esta casa de estudios ‘a hacer lío’, a hacer propuestas, a cambiar las estructuras y procesos, a abrirse “a la innovación y al cambio para servir mejor a México; rompan con ideas y conocimientos vacíos y obsoletos, caminen junto, con y para los desfavorecidos de la sociedad, miren su entorno y transfórmenlo”.

La invitación del maestro Fernández Dávalos fue hecha al final del mensaje que dio con motivo de su Tercer Informe como Rector de la IBERO, en el que reconoció que ‘hacer lío’ no es fácil, pues siempre habrá problemas, cuesta trabajo salir de la zona de confort y es difícil vivir en la contradicción; por lo que es mejor rechazar el cambio.

“Pero recordemos que somos herederos de una tradición educativa de más de 400 años, de una espiritualidad y filosofía educativa que siempre ha respondido con innovación y en la vanguardia a los retos del mundo; que compartimos una tradición y orgullo de ser IBERO de casi 75 años”.

“Caigamos en la cuenta, sobre todo, de que nos tenemos a nosotros mismos, que deseamos ser mejores cada día y ser mejores para los demás. Que deseamos reinventarnos para servir mejor. Porque tenemos un compromiso con nosotros mismos de hacer de la IBERO una universidad comprometida, fiel, rigurosa, que responda y transforme la sociedad”.

El Padre David Fernández Dávalos cree que ese es el ‘lío’ que le gustaría al Papa Francisco se hiciera en la IBERO, de quien retomó la idea; toda vez que en la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro, Brasil, en 2013, el Pontífice pidió a los jóvenes: «Quiero lío en las diócesis (…) Quiero que hagan lío, ya se los dije. Que no tengan miedo a nada, ya se los dije”.

“La invitación a hacer lío que nos hace Francisco no es una invitación únicamente provocativa para desinstalarnos y salir de nuestra zona de seguridad. Es también una invitación llena de esperanza. Nos vemos y comprendemos a la Universidad desde la certeza de que un nuevo México y un mundo nuevo son posibles. Que la esperanza sea nuestro motor y sostén para el trabajo”, explicó el Rector de la IBERO.

En la actualidad, hablar de esperanza puede sonar hueco y sin sentido; mas para ubicar un lugar dónde encontrarla, el maestro Fernández Dávalos retomó las palabras de otro jesuita, el Padre Fernando Cardenal (nicaragüense, recientemente fallecido), quien dijo: «Mi esperanza no está puesta en ideas, está puesta en hechos concretos. Mi esperanza es que los jóvenes vuelvan a las calles a hacer historia”.

Y es que la esperanza es el primer paso para poder realmente ‘hacer lío’ con una visión de futuro y como quiere el Papa Francisco. “Sabemos y estamos seguros, por el espíritu de Jesús, de que el bien vencerá al mal, la paz a la violencia, la justicia a la injusticia, la inclusión a la marginación, la verdad sobre la mentira”, auguró el Rector.

“En los jóvenes existe la fuerza, el amor, la capacidad de entrega, el heroísmo, la valentía, la generosidad. En los jóvenes existe futuro, alegría, innovación, valores que deben fundamentar nuestra esperanza. Ahí están nuestros alumnos, ahí están los jóvenes que se acercan a la IBERO con el deseo de ser mejores para los demás. Desde ellos y junto con ellos, contagiándonos unos a otros, podremos hacer lío con una visión de esperanza para regalar a nuestro México que tanto lo necesita”.