Ley minero-energética pone en peligro recursos de comunidades indígenas (Revolución3.0, 27/06/14)

revolución tres punto cero

(27 de junio, 2014).- El antropólogo, Rodolfo Stavenhagen, afirmó durante un foro celebrado en el Congreso de Jalisco que, con la ley de Minería y la reforma energética, el Estado mexicano ha negado los tratados internacionales en materia de derechos de las comunidades indígenas y con ello, se ha negado, también, la Constitución.

En este evento cuya finalidad era enriquecer la propuesta de reforma de los derechos indígenas del Estado, el maestro emérito del Colegio de México (Colmex) mencionó que las comunidades indígenas tienen el derecho de uso y disfrute de los recursos que se encuentran en su territorio, disposición reconocida en el artículo primero de la Constitución, sin embargo, no ha sido respetado por el Estado mexicano, que ha concesionado y firmado acuerdos con mineras nacionales y extranjeras sin importar los daños ambientales que esto ha significado.

Ante representantes de las comunidades indígenas wixaritari, nahuas y cocas, Stavenhagen dijo que pese al saqueo y constante violación de los artículos primero y segundo constitucionales que reconocen el derecho a la autonomía y libre determinación de los pueblos indígenas, los cambios más radicales llegarán con la aprobación de la ley minera y la reforma energética, pues estas reformas tendrán mayor importancia que la Carta Magna.

Señaló que con estos cambios a las leyes, se concesiona a favor de las mineras, por lo que el gobierno prácticamente comenzará a regalar los territorios que éstas necesiten. Sostuvo, también, que la presión ejercida por las empresas para obtener los recursos naturales de las comunidades indígenas decanta en un nuevo proceso neocolonizador.

En este foro denominado “Los pueblos y las comunidades indígenas como sujetos de derecho público”, el especialista denunció la criminalización de las comunidades opositoras, así como el desplazamiento por la contaminación y daños tóxicos que las mineras ocasionan.

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