Pequeños productores de Chihuahua y Jalisco continuarán con los derrames de su producción como una acción de protesta por “la ceguera de las autoridades”, frente a la crisis que atraviesan por las importaciones de leche en polvo y la reducción de las compras por Liconsa, indicó el dirigente del Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche, Álvaro González Muñoz.

“El secretario de Desarrollo Social (Sedesol), José Antonio Meade, no ha valorado el trabajo de los 11 mil productores que todos los días entregan leche a Liconsa y piensan que las importaciones salen más baratas, pero no toman en cuenta que eso desplaza a los productores nacionales”, añadió.

Explicó que tan sólo este año, dos mil familias en Jalisco están en riesgo de dejar su actividad, que significaría el sacrificio 40 mil vacas y una pérdida económica de dos mil millones de pesos, considerando las instalaciones de los productores.

Por su parte, Salvador Álvarez Morán, presidente del Gremio Lechero, dijo que en los últimos cuatro años las importaciones de leche en polvo se incrementaron en 36 por ciento y desplazaron la producción nacional.“Los ganaderos reciben entre dos y cuatro pesos por litro para no dejar de comercializar su producción, cuando el costo de producción es de 5.50 pesos; en Jalisco se están quedando sin mercado 350 mil litros diarios de leche”, señaló.

“Se está abriendo una brecha que pone en riesgo la seguridad alimentaria y crea un clima de inestabilidad social en el medio rural”, acotó, pues afirma que es preocupante que se importe 30 por ciento de la leche y productos lácteos para cubrir la demanda interna, mientras pequeños productores no encuentran mercado para su producción.

Por último, el presidente de la Federación Mexicana de Lechería (Femeleche), Vicente Gómez Cobo, indicó que en México, 249 mil familias tienen ingresos por leche, y que de ese total el 98 por ciento son productores chicos, ya que tienen menos de 100 cabezas de ganado.

Con información de La Jornada