“La penetración de industrias extractivas en los territorios donde se instalan las minas desplaza a las economías locales, rompen con las formas previas de producción social sobre el sostenimiento de la vida queda subordinado a las dinámicas de acumulación de la actividad minera”

Así se manifestaron las mujeres de Ixtepec, una población Binizaá, zapoteca, ubicada al sur del estado de Oaxaca sobre el Istmo de Tehuantepec. Al grupo de mujeres, que se las conoce con el nombre de “Las Meñas” expresaron su preocupación porque entienden que el proyecto minero que pretende instalarse en las 8150 hectáreas que fueron concesionadas por el Gobierno Federal en los cerros Tablón, Banderilla, Taberna y Nisa Bidxichi, “va a afectar de forma directa a las mujeres, amenaza nuestras vidas, destruye la vida en el campo que es la base de nuestro sustento, la agricultura”

Las mujeres zapotecas insisten en que la defensa de la tierra tiene un toque femenino, por más que la propiedad de la misma recaiga siempre en los hombres de las comunidades. “Somos parte fundamental en la reproducción de la vida, garantizamos la seguridad alimentaria de nuestras familias, fortalecemos la organización comunitaria de acuerdo a nuestra Guendalisaa, nuestra vida en común, en la cultura zapoteca. La lucha es la acción de recuperar nuestro espacio como territorio de construcción del ser», advierten, clara y poéticamente.

Exigen que se reconozcan y respeten sus formas autónomas y comunitarias y ancestrales de organización, así como los procesos de consulta a las poblaciones originarias, establecidos en la legislación internacional y reconocidos por el Estado mexicano.
“Queremos nuestras tierras y territorio libre de tóxico, nuestros ríos libres de arsénico y cianuro, nuestras vidas libres de violencia” sentenciaron como conclusión de su comunicado las mujeres integrantes del Comité Ixtepecano en Defensa de la Vida y el Territorio.

Foto: Primer Foro de información sobre la mina en Ixtepec // Movimiento Mesoamericano contra el modelo extractivo