Rompecabezas

Red de Solidaridad con Chiapas de Rosario

La pluma y el corazón de Gastón Gori en la Biblioteca Popular

”EL SEÑOR DE LOS PÁJAROS”

Esta columna intenta continuar con nuestro rompecabezas sobre bibliotecas populares, adentrándonos en esta oportunidad en la “GASTON GORI”, ubicada en una zona de Rosario que llamamos Fisherton pobre. Nos encontramos con Mariela Aviani, y nos acompaña Judit, esperancina de pura cepa. (Esperanza es una ciudad en que también nació Gastón).

Hasta ahora hemos elegido una biblioteca de cada punto cardinal de Rosario: “la Cachilo”, “la Vigil”, “la Franzini Herrera”, y ahora, ustedes. Cada una con características muy propias de acuerdo al barrio en el que están insertas, le relatamos a Mariela, nuestra entrevistada y responsable de la BIBLIOTECA GASTON GORI.

–Es tan rico el movimiento social, hay mucho laburo en los barrios, no sólo a través de las bibliotecas populares sino de organizaciones autónomas – dice Mariela. Hay 9 escuelas a la redonda en Fisherton pobre y además distintas instituciones y centros de salud que forman parte de la identidad del barrio: la “Casita del Medh”, los Centros de salud “Ceferino Naimuncurá”, y “Emaús” y nosotros. Es toda la zona que va de Juan José Paso al Ludueña.

  • ¿Cómo comienzan con este proyecto?

— Fue el mes de diciembre del 2001, con las asambleas barriales que empezaban a desarrollarse en la crisis de ese año cuando el barrio empieza a organizarse, nos juntábamos en las calles y empezamos a ver cuáles eran las necesidades del barrio, un barrio muy pobre. Éramos tres asambleas en ese entonces: la Fausto, la de Fisherton pobre y la Victoria. Nos juntábamos alrededor de 150 personas, con mucha necesidad y ganas de reunirnos y escucharnos, y allí es donde surge en el 2002, la idea de llevar adelante una biblioteca popular. Esta idea se había gestado en el año 1999, cuando los alumnos de la Escuela “Cayetano Silva” visitaron el Concejo Municipal y cuando los concejales les preguntaron qué necesidades tenían en el barrio, los chicos les dijeron “una biblioteca”. El proyecto se presentó y el tiempo pasó. Los chicos tenían que ir muy lejos para utilizar una biblioteca. Era realmente una necesidad que toma la asamblea. Y ahí empezamos a buscar edificios ociosos, libros, estanterías… apuntamos a la vieja estación de trenes, pero la negativa vino porque temían por el estado edilicio poco seguro. Conseguimos un espacio en dependencias de Vialidad Provincial, una pieza de 4 por 6, donde hubo que realizar toda una serie de papeleo burocrático para obtener la personería jurídica. Al escuchar en el barrio que se estaba formando una biblioteca, despertó mucho entusiasmo y esto auguró un muy buen éxito.

Y allí empezamos a preguntarnos ¿qué nombre le ponemos? Hicimos entonces una convocatoria para que la gente opinara y propusiera el nombre, y allí surgió un debate muy lindo, pensando siempre en una persona que tuviera que ver con la educación, con el compromiso social, que se relacionara con los libros y que estuviera viva porque siempre se homenajeaba a los muertos y la idea era homenajear a alguien en vida. Surgieron muchos nombres, entre ellos el de Gastón Gori y el de Osvaldo Bayer. Queríamos que fueran santafesinos o santafesinas. De hecho, Gastón Gori y Osvaldo Bayer eran muy amigos.

Gastón, estaba viviendo en la ciudad de Buenos Aires, era oriundo de Esperanza, y estaba muy cercano a los libros y a las bibliotecas populares. Denunciando permanentemente las injusticias que sufrían los trabajadores en las distintas épocas, relacionado con la sociedad de escritores, y además, que mejor que en nuestro barrio de origen inglés, traer esa otra campana que fue “La Forestal”, el modelo extractivista y explotador.

Cuando se propuso el nombre de Gastón, nadie lo objetó.

Llegamos a Gastón, su verdadero nombre es PEDRO MARANGONI, para que él nos autorizara. Charito, su compañera nos recibió y Gastón estaba atrás en el fondo de la casita, ahí con una bignonia regando, tirando pancitos a los pájaros, en alpargatas, con mucha simpleza. El encuentro que calculábamos sería de una hora y media se extendió por cuatro horas.

GASTÓN GORI, Pedro Marangoni, nació en Esperanza, Prov. de Santa Fe el 17 de noviembre de 1915.siempre sintió admiración por el escritor Anatole France, y aunque se recibió de abogado, abandonó su profesión para dedicarse totalmente a la literatura. Fue maestro y director del Boletin de Educación de la Provincia de Santa Fe.

Sus obras se refieren frecuentemente a los inmigrantes que llegaron a su provincia, y toda la problemática por la propiedad de la tierra y sus consecuencias políticas y sociales. Es autor de “Sobre la tierra ensangrentada”, “Mientras llega la aurora”, ”Vidas sin rumbo”, ”Y además era pecoso”, “Se rinden los nardos”, “Intermezzo de las rosas”, “Colonización suiza en Argentina”, “El indio, el criollo y el gringo”, “Colonización, estudio histórico y social”, “El camino de las nutrias”, “Ha pasado la nostalgia:Vagos y mal entretenidos”, “La pampa sin gaucho”, “La muerte de Antonini”, “El pan nuestro”, “El desierto tiene dueño”, “Diario del colonizador Enrique Vollenweider”, ” Eduardo Wilde Inmigración y colonización en Argentina”, “La Forestal, tragedia del quebracho colorado”; Esperanza, madre de colonias; La narrativa en la región del Litoral; La tierra ajena, drama de la juventud agraria; Familias fundadoras de la colonia Esperanza; Poemas en la tormenta; Palabras de refutación gozosa; Nicanor y las aguas furiosas; Pase señor fantasma.

Nuestro objetivo es tratar de hacer cosas que no lo defraudarían a Gastón, porque él es una persona muy preciada, un hombre muy comprometido con todo lo que escribía, orgulloso. Nos emocionó en la inauguración de la biblioteca cuando nos dijo que “sus ojos se habían abrumado, que la bruma no lo dejaba ver… qué pensarían mis padres que le han puesto mi nombre, es más que ganarme un premio Nobel”. Se definió como un pacifista, humanista, defendiendo la vida del hombre, de gran apego a la educación pública laica, y en contra del capitalismo. Nos marcó su distanciamiento con todo lo que era autoritarismo, nos habló en contra del franquismo, fue defensor de las mujeres.

— Nos contó que cuando él era supervisor, había una maestra que era juzgada porque era una “mamá soltera” y estaba sola. Gastón decía que con más razón había que ayudarla porque tenía a cargo una criatura ella sola. Y así lo hizo. En esa época, sin decirse feminista era un defensor de la mujer.

–Sobre la compañía inglesa ”La Forestal”, él denunció todo lo que pasaba con la explotación del quebracho, como trataban a los hacheros, había recorrido toda la zona y nos mostró todos los testimonios de su pasar por el norte de Santa Fe. Recorridos que hizo en parte con Osvaldo Bayer. Tenían intenciones de hacer juntos sobre la tragedia de la Patagonia, pero ya estaban los dos enfermos.

–Cuando Gastón Gori era joven, la mamá quería que fuera abogado, “para poder tener un buen pasar”, le decía, “Gastón, vos tenés que estudiar abogacía”. Bueno, él estudió abogacía, pero cuando inauguramos la biblioteca y nos visitó, nos dijo, “yo estudié para mi madre”. No era lo que a él le gustaba. Le preguntamos ¿qué era lo que le habría gustado estudiar?, “a mí me gustaba ser carpintero, hacer algo con las manos”, y nos contó que su abuelo era zapatero remendón. Le preguntamos por qué no le gustaba la abogacía y nos contó que lo hacía cuestionarse sobre quién era él, para meterse en el conflicto de una familia que está enfrentada. No le gustaba tener que litigar, era más bien mediador. Pero, igual se recibió de abogado, trabajó en la Universidad del Litoral y también trabajó como abogado, pero lo que más lo apasionaba era escribir. Gastón Gori trabajó durante un tiempo ejerciendo como maestro rural único, en una escuela donde conoció a quien luego se convirtió en su esposa, Elda Campana, “Charito”, que era la vice-directora. Durante la visita que hicieron a la biblioteca, Gastón Gori y Charito, contaron que, en la escuela, cuando abrías la puerta del salón de clases se podía ver todo el campo. Durante las horas de clases, muchas veces, los chicos estaban dando vueltas afuera del salón. Charito entraba al aula y lo veía a Gastón sobre el escritorio escribiendo. Ella lo llamaba “al orden”, preguntándole qué pasaba, y Gastón le respondía “es que me vino la inspiración”. ¡¡Era muy seductor!!, le llevaba un poema de regalo a Charito y así la fue conquistando!!

Gastón Gori, siempre fue un ejemplo de dignidad y de luchas colectivas. Nos cuenta Marisa que, su hija Mónica les ha contado una anécdota que protagonizó Gastón. Él se enfermó de cáncer y tenía que realizar tratamientos oncológicos. Había concurrido a su obra social a buscar la autorización para retirar los medicamentos, pero el trámite estaba demorado o no se lo autorizaban. Es en esa instancia en que lo reconoce una persona que podría ser un funcionario de esa repartición, que le pregunta qué estaba haciendo allí y Gastón le cuenta. Esta persona lo quiere tranquilizar asegurándole que se quedara tranquilo que se lo iban a conseguir. Gastón, lejos de agradecer ese gesto, se enojó, entendiendo que eso no era un favor y que le correspondía por derecho. “Empezó a los gritos” en el lugar, lleno de gente “yo no quiero los medicamentos oncológicos para mí sólo, acá hay un derecho que no se está cumpliendo”. Siempre tuvo esa simpleza, no quería ningún privilegio. Eso también es característico de esa generación donde muchos expresaban lo que pensaban y se la jugaban.

–Gastón estuvo presente en la inauguración de la biblio el 30 de noviembre del 2002 y actualmente nos seguimos escribiendo con su familia. Nos regalaron muchos de sus libros, ya que son muy difíciles de conseguir, ya que no se vuelven a editar. Tiene libros de poesía, hay uno muy lindo, con Fernando Birri con sus voces, donde leen un poema cada uno. Investigó el tema de la inmigración en Esperanza, con una visión diferente del inmigrante; de los colonos, de sus sufrimientos, lo que perdían, del desapego, siempre desde el lugar de la denuncia. El que se ha vuelto a editar es “La Forestal”. De hecho muchos de sus libros son consultados por los estudiantes de la carrera de Historia de la Universidad Nacional de Rosario. ”El camino de las nutrias”, “Vagos y mal entretenidos”, “Y además era pecoso”, son también algunos de sus obras.

“El señor de los picaflores” se reeditó post morten, por su amor por los pájaros. Era un observador de ellos, estudiaba como van construyendo sus nidos, cuando llegan, por qué, donde emigran, y decía que como nació el 17 de noviembre ese era el día de los pájaros, y era cuando más de ellos llegaban y más huevitos ponían.

Y casualmente Gastón muere un 17 de noviembre, y por eso sus amigos reeditan su libro.

– -Qué actividades tienen en la biblio?

–Primero tuvimos que acondicionar el lugar cuando nos agrandamos, pasamos de funcionar en una piecita pequeña, ya que pudimos hacer un comodato por un lugar más grande y cómodo.

Actualmente contamos con todo tipo de actividades, muchos talleres, de Literario, Ludoteca, Historieta y Comics, taller del cuento infantil, Cine – Debate para adultos y Cine para niños, taller de ajedrez, de Origami, de percusión, de iniciación musical, de macramé, de teatro.

Además de espacio para los chicos, tenemos actividades para todos los grupos etarios, también hay adultos mayores que vienen a bailar. Folklore, donde hay fusión entre grande y pequeños, gente que viene a leer, que no quiere estar sola y se toma unos mates.

La biblioteca se mantiene con tres subsidios anuales (estamos en la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares: CONABIP), en este momento histórico estamos al horno, porque nación no manda ni un peso, y además nunca se cobra en tiempo y forma. Otro provincial y otro municipal, pero no alcanza, y no hay ningún sueldo en la biblioteca, pero no pagamos ni luz ni alquiler por el comodato.

–Tenemos muchos socios y cobramos muy poco para todo el núcleo familiar. El socio tiene el derecho de llevar el libro a su casa. Pero el no socio puede utilizar todas las instalaciones y actividades. Tenemos un grupo numeroso y los talleres en general los damos nosotros y son gratuitos o algunos están a la gorra. Ponemos una latita, y se va pasando la alcancía. Hay talleres de arte para niños, gratuito, de dibujo y pintura. Además, tenemos una feria de emprendedores del barrio, en su mayoría son mujeres que hacen algún tipo de producción. Esos días de feria siempre hay algún evento como títeres o actividades que generen movimiento.

–Hacemos reuniones interbarriales, con los centros de salud, centros de día, la Casita del Medh y con otras organizaciones sociales del barrio. Por ejemplo, el Día de las Infancias nos juntamos en un polideportivo con todas las instituciones, cada una llevó su puestito, y conversamos sobre los derechos de la infancia, tratando de que cada una garantice un derecho.

–Nosotros propusimos el “Derecho a la lectura”, con juegos y adivinanzas, los médicos se sumaron y llevaron el Derecho a la salud. Habíamos pedido autorización a supervisión de escuelas para que las distintas escuelas del barrio participen ese día, pero como siempre, desde el Estado no se escucha a la gente, y no autorizaron la participación de los chicos. A veces lo institucional supera a lo gubernamental, que mejor que esa oportunidad, pero la dejan de lado. Hay un movimiento subterráneo que está sosteniendo y parece que lo gubernamental va por otro camino. Pero lo interesante es que los pibes del barrio nos tienen como referencia, ven a la biblioteca como un lugar que los habilita a estar y permanecer. La viven, vienen a jugar, a hacer los deberes y se quedan. O sea, lo gubernamental toma distancia, podría fluir todo mejor, pero sólo uno ve palos en la rueda, primero siempre es el NO.

–¿Qué días y en que horarios funciona la biblioteca?

–La Biblioteca funciona de lunes a sábados siempre con voluntarios, ya que no contamos con ningún cargo, ni tenemos bibliotecario. En el momento en que empezamos a catalogar los libros, hubo un bibliotecario, que era un muchacho conocido, que nos enseñó a catalogar los libros. Todos los compañeros y compañeras que atienden son voluntarios. Contamos con una comisión directiva y voluntarios por fuera de la comisión.

Los lunes y los martes la biblioteca abre de 16 a 19 horas, miércoles y viernes de 10 a 12 y sábados de 10 a 13 horas. También están los talleres que a veces coinciden con el horario de atención y otras veces por fuera.

–¿Hacen peñas o alguna actividad de ese estilo?

–Mensualmente llevamos adelante una feria. Peñas antes hacíamos más seguido, pero lleva más tiempo y organización, para hacer las empanadas, llevar músicos.

–¿Cuándo hacen peñas, se realizan en la calle?

–Buscamos de hacerla en los clubes del barrio. Club Social Fisherton, o El Prado.

–¿Cómo convocan a la gente?, ¿cómo difunden las actividades?

–Bueno, ahora a través de las redes Instagram, Facebook, grupos de Whastsapp y el boca a boca. También a través de las escuelas del barrio. A través de la”interbarrial”, les enviamos un flyer a las demás instituciones.

Contamos con talleres en los que no hay más cupos. Los sábados tenemos el Taller de cuentos, que luego hacemos alguna actividad lúdica con los niñes y que ellos también se lleven. Hay 22 chicos y una lista de espera. Lo habíamos pensado para 10 o 12 chicos.

Tenemos el Taller de pintura que tuvo que cerrar el cupo porque hay muchísimos. En el taller de Folcklore son más de veinte personas.

En las ferias, se usa mucho el “de boca en boca” y viene mucha gente con sus productos, sus tejidos, sus artesanías.

–¿Con otras bibliotecas ¿tienen relación?

–Acá en Rosario, funciona muy bien el núcleo de bibliotecas. Somos 27 bibliotecas populares en Rosario, agrupadas en la Asociación de Bibliotecas Populares, que en este momento está presidida por María Luisa Carletti. La Asociación está conformada por un representante de cada biblioteca. Se comparte mucho con las otras bibliotecas a través de la asociación, las necesidades en común, se da una lucha por los subsidios, por los reconocimientos económicos, por los libros. Siempre se demanda a los tres estados (nacional, provincial y municipal) para que cumplan con las leyes. Hay una ley nacional de protección de bibliotecas populares. A través de la Asociación se solicita o se reclama para todas las bibliotecas juntas.

Hay mucha solidaridad entre las bibliotecas populares. Hay bibliotecas muy antiguas, las más pioneras que son centenarias. En cada barrio hay una biblioteca popular.

Casi todas están cumpliendo funciones de centros culturales y cuentan con muchos talleres. Antes, la biblioteca estaba muy unida a lo que era el libro, hoy en día aparte del que el eje sea incentivar a la lectura, la gente también va por los talleres a las bibliotecas.

–¿Hay talleres para aprender oficios?

–Actualmente en la Gastón Gori, no tenemos ese tipo de talleres, pero en otras bibliotecas hay. En ocasiones se han hecho convenios con programas provinciales y se realiza una capacitación en algún oficio a través de convenios o pasantías en las bibliotecas. Pasantías hemos tenido y actualmente hay dos pasantes.

Muchas bibliotecas están dando talleres de alfabetización. Esa es otra de las realidades que hemos notado en los barrios, y es que todavía hay gente que no está alfabetizada.

Cada barrio va teniendo su identidad. En nuestra biblioteca tuvimos personas que no estaban alfabetizadas y las hemos tratado de vincular con los CAEBA de la zona (Centros de alfabetización y educación básica para adultos), también hubo personas que han venido a hacer una approbation por problemas con la ley. La biblioteca no es la típica biblioteca sarmientina donde rige el silencio ni donde tampoco está el libro ahí solo, sino que se van gestando otras cuestiones hoy en día. Hay otro tipo de talleres…

–¿Tienen muchos libros?

–En este momento contamos con 29000 libros. Obviamente que primero arrancamos con un patrimonio de donaciones, pero bueno, ahora ya tenemos una desiderata, dónde los lectores y las lectoras piden sobre determinadas temáticas. Por ejemplo, todo lo que fue el movimiento del feminismo, allí nosotros hemos comprado libros e hicimos toda una estantería de esa materia, o de libros de lecturas para niños, de infancias libres, problemáticas de género o perspectivas de género.

–¿Siguen recibiendo donaciones?

–Si, si donaciones recibimos y siempre les decimos a la gente que es con una condición, que, si el libro está repetido, nosotros tenemos una mesita afuera donde regalamos los libros, permanente hay suelta de libros, y la gente busca y se los lleva. Hemos donado a otras bibliotecas, hay libros repetidos que en algún evento se regalan o se sortean. Cuando los libros están con hongos, a veces recibimos donaciones que están en mal estado, hay un señor que es reciclador que viene toda la semana y se lleva material para vender. Aquí el libro nunca se tira, siempre se transforma.

A veces cuando hay un libro que está desactualizado, por ejemplo, de geografía, o de estudio, o algunos de lectura.

Nosotros tenemos generalidades, nosotros catalogamos con un sistema universal de catalogación, (CDU- clasificación decimal universal). Hay libros de historia, de religión, de filosofía, de psicología Obviamente que lo que más sale son novelas, cuentos, ensayos, libros autoayuda. Es muy difícil hacer un criterio para lo que sí y lo que no. Hay gente que sigue best seller, tenemos un grupo que lee poesía. Nosotros militamos mucho a la poesía por lo que siempre tratamos de en algún evento poner poesía.

Tenemos también la suerte de contar con muchas vinculaciones, por ejemplo, el Centro Cultural Cosmopolita de Barrio Belgrano, que tienen un coro muy lindo, ellos vienen a tocar y a cantar, también con el Quinteto de cuerdas de la Municipalidad, también los contactamos cuando hay algún evento. Está muy bueno porque a veces los pibes del barrio que no están acostumbrados a ver instrumentos musicales, violines, contrabajo, y se quedan maravillados.

Ahora nos vinculamos con la milonga “La novata” que van a venir para hacer un evento de tango.

La biblioteca tiene esto, hay mucha vinculación social. 

También nos vinculamos con “La Diplo” que es un grupo de comunidad literaria de Rosario que se presenta en centros culturales o bibliotecas para conversar de distintos temas, por ejemplo, el narcotráfico en la ciudad.

El movimiento de bibliotecas es muy interesante. Yo creo que gubernamentalmente no se las ve como faros en los barrios, pero tienen una pertenencia, porque vos estás con el vecino, con la realidad, con la problemática. Por ejemplo, nosotros cuando fue el tema de “la ley base” hicimos una movida contra todo esto que está pasando, en conjunto con otras instituciones del barrio, como “La casita del Medh” (movimiento ecuménico de derechos humanos), hicimos cacerolazos y otros tipos de protestas. También otras movidas como por ejemplo capacitación, charlas e información sobre la violencia de género ya que está muy atravesada en el barrio. Apoyamos el reclamo de los vecinos, cuando, por ejemplo, en el Centro de Salud, desde el gobierno trasladan a médicos, odontólogos u otros profesionales que son sumamente necesarios en la comunidad.

Un ejemplo son las escuelas, en este contexto político y social, con el temor que hay ahora, y debido a la inseguridad, las balaceras, la situación del narcotráfico conviviendo con el barrio, las escuelas permanecen cerradas, ahora hay que tocar timbre para que te dejen entrar, te abre la portera te pregunta si tenés cita, situación que antes no sucedía. En los clubes, salvo los que son autogestivos que están luchándola, los demás están “muy privados” para un determinado sector.

La biblioteca está abierta, siempre.

Nosotros tenemos muy buena relación con la cátedra de arte de Jorge Molina y Camila (la China) del Río, que son muralistas. Jorge nos pintó en la biblioteca un mural militante, y junto con los alumnos de la cátedra hicieron en las paredes de la biblio unas pegatinas, unos “Gori” en papel, y en el mes de octubre van a venir a hacerlo con pintura.

Tres veces al año tenemos avistaje de aves. Salimos una vez en otoño, otra en invierno y otra en primavera. Vamos al bosque (de los constituyentes) y al barrio de las hermanas Cossettini. Se observan también los nidos. Si después de una tormenta encontramos un nido, va a la colección. En pandemia fue muy difícil, no se podía abrir la biblioteca, leíamos cuentos, poesías y lo pasábamos por whatsapp, o por la radio Picaflores.

Fue muy difícil, desde el rol de educadores, no poder llegar a los pibes ya que en los barrios la estaban pasando mal. La biblioteca estaba cerrada, pero en el barrio había una olla popular y colaborábamos con ellos.

Es fundante estar organizados, el contacto con la gente del barrio es lo que nos fortalece. Hay un chico cercano a la biblioteca que está en situación de calle, nosotros le permitimos que se bañe, le dábamos el desayuno.

Las bibliotecas están muy unidas al barrio y son epicentros en los barrios periféricos, porque es una institución de las pocas que permanecen abiertas a la gente.

Red de Solidaridad con Chiapas de Rosario-Argentina

Intentamos compartir con los zapatistas ese camino de dignidad y esperanza, a través de las Brigadas Civiles de Observación, testimoniando las violaciones a sus derechos y difundiendo su lucha desde nuestros territorios. Buscamos una nueva forma de hacer política y caminos de encuentro.

Imagen: Mural a cargo de China del Río, Rosario 2019

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