Fotos: Enmedio.info

Un número 5 gigantesco, hecho con cartón, piedra y pintado de verde, arrastrado por una plataforma con ruedas por las calles del lado izquierdo del Eixample barcelonés, en busca de la sede de los partidos políticos que conducen a Albert Rivera, Pedro Sánchez y Mariano Rajoy. Esta fue la imagen de plástico del 14 de diciembre, y fue suficiente para mover la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y a los potenciales votantes que acudirán a las urnas el domingo.

«Hemos llegado a la sede de los Ciudadanos porque al principio de la campaña hicimos un llamamiento a los partidos políticos con cinco demandas para poner fin a los desalojos, la vivienda, la dación retroactiva en el pago y los suministros», explicó Carlos Macías, portavoz de la PAH, en el comienzo de la acción a las puertas de la sede de los Ciudadanos en la Calle Balmes en Barcelona.

«La respuesta del C’s, el Partido Popular y el Partido de Socialistas de Cataluña es que no desea incluir estas medidas, esto significa que quieren seguir apostando por la banca de privilegios, por los pisos vacíos, por una deuda impagable para la vida y seguir desalojando. En particular, el partido de Albert Rivera, a pesar de llenar la boca con palabras como ‘Sí, se puede’, su programa de vivienda es lamentable», subrayó.

La acción tomó por sorpresa a los militantes que se encontraban en el vestíbulo del edificio de tres plantas, recientemente convertido en el centro de operaciones del partido naranja. Una persona responsable fue rápida al bloquear la puerta, mientras que cinco activistas disfrazados como «superhéroes» por el derecho a la vivienda colocaron pegatinas en las ventanas de los locales y el resto simuló un ataque contra el local con el número 5.

La prensa inmortalizó el momento. Un militante de los Ciudadanos, visiblemente crispado, tomó uno de los folletos informativos sobre las 5 medidas que plantea la PAH y lo desgarró delante de las cámaras de televisión.

Otro muchacho que acababa de salir de la sede del partido expresó su oposición a la acción: «matones, cerdos, después recojan todos los papeles». Este joven tenía una carpeta de la Universidad de Barcelona, decorada con una pegatina de la UIP (Unidad Antidisturbios de la Policía Nacional Española).

Sin embargo, los peatones mostraron su simpatía por la acción. Una señora mayor se dirigió a los activistas y les preguntó: «ah, ¿pero Ciudadanos no apoya la PAH?».

La protesta se repitió en las sedes del PP en la calle Urgell y del PSC en la calle Nicaragua. El Partido Popular cerró la puerta y esperó a que se fueran los activistas. El Partido de Socialistas de Cataluña alertó a los policías, y dos furgonetas de antidisturbios rodearon la sede para impedir que se pusieran agresivos.

Cuando la acción finalizó, un líder del Partido salió de la sede y habló con Carlos Macías: «ahora Carme Chacón y el secretario general del PSC están en Madrid, pero me consta que están preocupados por este tema y lo haré llegar al equipo de campaña «, a lo que Macías respondió: «nosotros esperamos que el PSOE rectifique su programa electoral e incorpore las cinco medidas, aún hay tiempo, queda una semana».