Una casa de adobe con techo de lámina galvanizada, cuarteaduras en las paredes y apenas dos cuartos es el comedor comunitario del “Tejocote”. El traspatio alberga un corral en condiciones insalubres. Las mujeres encargadas del comedor identifican de inmediato tres irregularidades: el desabasto de alimentos, el tipo de productos que les llega y la falta de apoyos hacia ellas y a la comunidad.
La Cruzada contra el Hambre en Guerrero, una política para el saqueo y la militarización
Alaide Martínez
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