San Miguel de Allende, México. La Cámara es un espacio de arte y acción contemporánea, independiente y sin fines de lucro ubicado en San Miguel de Allende, Guanajuato. El espacio corresponde a las antiguas cámaras de refrigeración del supermercado “Gigante”, el cual ya no existe. Por tal motivo las cámaras llevaban abandonadas cinco años. En marzo de 2011 se inicia la reinterpretación, generando “un espacio de interacción entre disciplinas artísticas, nuevos medios, generaciones y nacionalidades.” Este espacio surge de la convicción de que “a través del arte, el intercambio de conocimiento y el fomento de comunidades que interactúen y se comuniquen podemos generar un escenario que nos inspire, provoque, reviva. Creemos en la acción más que en las palabras; creemos en la experimentación más que en el miedo; creemos en el grupo y en el individuo.”

Mariana Garcés, la directora del proyecto, explica que “el espacio está abierto a ir tomando formas, sin casarse específicamente con teatro o pintura o algo en particular.” Tiene tres áreas: arte, comunidad y conocimiento, abiertas a la gente que se quiera sumar. “Es un espacio interactivo de arte, interdisciplinario, abierto para compartir, ablandando el concepto de arte como tal, quitándole lo elitista. Un espacio para acercar a la gente. Es un espacio de encuentro para artistas y para público en general, en donde existe una experiencia compartida con el público, donde el público interactúa. Donde se conocen a través quizás del baile, así como en talleres y charlas.”

El 16 de septiembre La Cámara organizó Prohibido gritar, una experiencia pop-up, es decir, una celebración efímera, de una noche de duración en la que “convergen artistas de distintas disciplinas para abordar un tema. Se trata de generar ideas, intercambiarlas, conectarlas, hacerlas crecer y exponerlas ante un público participativo.” El ambiente es festivo y la complicidad de la noche permite un mayor acercamiento entre quienes asisten y participan.

“Prohibido gritar surge por una alerta colectiva “ante una situación de creciente violencia y agresión injustificada en nuestro país (México). Esto representa una situación injusta que está generando heridas en nuestro tejido social, irremediables muertes, dolor y miedo. Este último es el que más nos preocupa. El miedo paraliza cuerpos y mentes de individuos y naciones y creemos que es capaz de generar más muerte que las propias armas. Con este tema presente, creemos que es importante empezar a conocernos y a reconocernos, para saber que somos más los que queremos que esto cambie y estamos dispuestos a hacer algo al respecto.”

Los temas de Prohibido gritar fueron el miedo y la libertad; “porque siempre hay dos caminos.” Marianna Garcés explica que manejaron estos conceptos “para atraer a artistas a explorar sus sensaciones y para demostrarnos que hay alternativas. Hoy en México se vive algo muy grave en los medios, ya no hay a quien creerle, entre ejército, sicarios, narcos. El miedo pretende achicarnos pero nosotros invitamos a manifestarse ejerciendo la libertad.”

Fryda Herrera, una de las artistas involucradas, explica que es unala respuesta “a un sentimiento de silencio y de luto en el país. En lugar de gritar de felicidad es como gritar de desesperación por lo que estamos viviendo”. Alejandra Zapata, otra de las artistas participantes reconoce que “como joven y artista y viendo todo lo que está pasando en el país ya no es suficiente sólo estar informados y preocupados sino manifestarnos y hacer cosas de verdad, y creo que la creación artística es una de esas cosas por las que podemos empezar a cambiar en algo.”

Prohibido gritar contó con la participación de Antonio Chaurand, Alan Mclane, Mónica Macías, Alejandra Zapata, Carmelita Díaz, Denisse Baca, Angel Miquel, Frida Velázquez, Alan Pfeiffer, Leonardo Díaz, Michael Weibach, Irene Sanz, Fernando Morales. La Acción de Hilo Rojo fue formada por Ginko Biloba, Trípode Poliéster y Alas Blissett. La música fue de Rubik 1183 (Rock progresivo), Lunar Symphony (Trip hop/downtempo), Bootlegumachine (Cumbia freestyle) y Spike Devildisco (Cumbia sonidero). El curador especial invitado fue Michael Weibach.

Carmelita Díaz explicó que “la mayoría de los artistas que participaron no son políticamente activos, sin embargo todos tienen algo que decir, todos querían participar con esto, porque es una situación que mueve algo en ti para crear. Una de las razones de Prohibido gritar es “empezar a conocernos y a reconocernos para saber que somos más los que queremos que esto cambie y estamos dispuestos a hacer algo al respecto”

Hilo rojo es un grupo de “creadores convencidos de que cada uno y desde su trinchera tendría que hacer lo que le corresponde para crear un mundo mejor. Tampoco creemos que salvaremos al mundo, y es posible también que no lo cambiemos en algo, o en absoluto; pero ya el hecho de compartir lo que pensamos y creemos para nosotros es importante. “

El 16 de septiembre “generalmente es un día festivo. La idea fue revertir el ambiente festivo por otro de reflexión, crítica y recuperación de memoria. Hilo rojo tiene posibilidades de hacer distintos tejidos, entramados, nudos, se puede cortar, anudar o desenredar. Ser rizoma, desterritorializar, conectar.”

Al final lo importante de la acción del 16 de septiembre “fue precisamente que no esperábamos lo que generó la pieza y acción plateadas, la gente se convierte en parte de la pieza; en los participantes se generó un quiebre de lo cotidiano que conmovió profundamente, aquello de repente parecía convertirse en un ritual, en un homenaje. De nuevo el dolor y la pérdida.” Quemar los expedientes con los datos de gente asesinada en México fue “una acción simbólica, el fuego como generador de luz, quemar la violencia, dar luz al asesinado, al nombrar a los muertos. El fuego es parte de los rituales.”

Para finalizar, Fryda Herrera dice que “en este tipo de manifestaciones el miedo no existe. Es muy importante que nosotros como artistas siendo jóvenes de diferentes culturas no nos quedemos callados, y nos vayamos uniendo, sin miedo a decir lo que pensamos y lo que sentimos. Aunque el sistema nos dice quédate callado, no hagas nada, no hables, necesitamos expresar lo que sentimos y lo que estamos viviendo porque queremos un cambio. En nuestra mente tenemos que algún día lo vamos a lograr, aunque al principio sea mínimo y al irnos juntando, a través de reporteros, internet y redes ya es un avance.”

Publicado el 01 de Octubre de 2011