Ciudad de México | Desinformémonos. Integrantes del Movimiento de Aspirantes Excluidos de la Educación Superior, junto con jóvenes rechazados por las universidades y escuelas públicas en la Ciudad de México, protestaron en la explanada de la rectoría de la UNAM para demandar una ampliación a la matrícula de educación superior y el diálogo con autoridades de la Secretaría de Educación Pública (SEP) para «analizar la problemática que año con año enfrentan miles de jóvenes rechazados».
Señalaron que entre los participantes de la mesa de diálogo deben estar representantes de la Universidad Nacional Autónoma de México, pues sólo en el primer examen de selección para ingresar a esa casa de estudios, en la que participaron 144 mil aspirantes, 133 mil fueron rechazados.
Mientras tanto, ante las carencias educativas en México, la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios Rafael Ramírez (FNERRR) anunció una movilización para este miércoles desde el Monumento a la Revolución hasta la sede de la SEP por el caso omiso de las autoridades para atender el pliego petitorio de demandas educativas, entre las que se encuentran becas y la construcción de aulas y laboratorios.
“Responsabilizamos a la SEP de no dar respuesta a las demandas de los estudiantes más pobres del país, que se encuentran en los estados de Puebla, Tlaxcala, estado de México, Chiapas, Veracruz, Morelos, Sinaloa, Michoacán y San Luis Potosí”, expresó el secretario de la FNERRR, Adán Márquez.
Se espera que a la movilización asistan alrededor de 3 mil estudiantes de dichos estados, señaló Márquez.
“México necesita corregir la lamentable situación educativa en la que se encuentra, por eso los estudiantes exigimos que quienes están al frente de la SEP cumplan con su deber. De este modo, la FNERRR iniciará una protesta a nivel nacional, denunciando la insensibilidad y el desinterés de las autoridades hacia los estudiantes más humildes del país”, agregó.
Este 6 de junio, la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) reveló que la ayuda destinada al sector educativo disminuyó, por sexto año consecutivo, en los países en desarrollo, lo que impide el fácil acceso al estudio y la infraestructura necesaria para el óptimo desarrollo estudiantil.
