Entre los liberados hay 21 presos procedentes de Cisjordania, que ya han llegado en autobús al complejo presidencial de la ANP en Ramallah, y 5 de la Franja de Gaza, que han cruzado igualmente el paso fronterizo de Erez y han entrado al enclave.

Todos ellos fueron condenados a penas de cárcel por la muerte de ciudadanos israelíes, la mayoría de los cuales tuvieron lugar antes de la firma en 1993 de los Acuerdos de Oslo.

Tras su llegada a Ramallah, Rizik Salá, uno de los liberados, ha dicho que su felicidad por ser libre se encuentra ensombrecida por su tristeza por los compañeros de celda que ha dejado atrás. «He vivido cinco años con mi mujer y 21 años con mis compañeros de celda, viéndoles 24 horas al día», ha dicho, según ha recogido la agencia palestina de noticias Maan.

Los 21 presos cisjordanos han sido recibidos en el complejo de la Mukata por miles de personas, que han ondeado banderas de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Al-Fatah y el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP).

Se trata del segundo grupo de presos liberados por las autoridades de Israel, que el 13 de agosto excarcelaron a un primer grupo también formado por 26 reos. Se espera que un tercer grupo sea liberado entre diciembre y enero, y un cuarto entre marzo y abril. En total serán 104 los presos que recuperen la libertad como gesto del Estado hebreo de cara a la reciente reanudación de las conversaciones entre Israel y la ANP.

La organización en defensa de los derechos de los presos Addameer estima que hay 5.007 palestinos encarcelados en prisiones israelíes, entre ellos 137 que siguen a la espera de juicio. Entre los presos hay 180 menores de edad.

Colonias

El proceso de liberaciones ha provocado protestas por parte de los miembros de línea dura de la coalición gubernamental que encabeza el primer ministro, Benjamin Netanyahu, así como entre los familiares de víctimas y colonos.

No obstante, apenas unas horas después de la puesta en libertad de estos 26 palestinos, una radio militar israelí ha anunciado que el Estado hebreo habría dado luz verde a la construcción de 1.500 nuevas viviendas en asentamientos en Jerusalén Este.

Este proyecto, que aún no ha sido confirmado de forma oficial, habría sido aprobado por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y su ministro de Interior, Gideon Saar.