Un grupo representativo de los indígenas en el Amazonas pidió al Banco Nacional de Desarrollo de Brasil que deje de financiar proyectos que atentan contra el medio ambiente, contaminando el agua y la tierra y destruyendo los ecosistemas.

Luego de una reunión con los representantes del Banco, líderes del grupo Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA), con sede en Ecuador, explicaron que igualmente solicitaron que adopte políticas que protejan los derechos de los indígenas y sus pueblos ancestrales.

Además, la organización exigió tener voz y voto en las decisiones que involucren megaproyectos como presas hidroeléctricas y carreteras en la Amazonia, dijo Edwin Vásquez Campos, presidente de la COICA.

Un ejemplo de dichos proyectos es la presa Belo Monte, para la producción de 11 mil megavatios que está en construcción en el río Xingu, estado de Pará. Sería la tercera hidroeléctrica más grande del mundo después de la de Tres Gargantas, en China, y la Represa de Itaipú, en la frontera de Brasil y Paraguay.

«Nunca hemos sido consultados», dijo Vásquez en el comunicado. «Los megaproyectos como presas hidroeléctricas y carreteras afectan casi 100 por ciento de las tierras indígenas».

La COICA representa a 390 grupos indígenas en Brasil, Colombia, Bolivia, Ecuador, Perú, Guyana, Surinam, Venezuela y la Guyana Francesa.

Con información de agencias