Ciudad de México | Desinformémonos. Desde el 8 de mayo de 2022, las familias y colectivos de búsqueda de desaparecidos en México luchan por el reconocimiento y permanencia de la Glorieta de las y los Desaparecidos, un espacio tomado en la exGlorieta de la Palma de la Ciudad de México «para mostrar fotografías» de las más de 100 mil víctimas de desaparición en el país y convertirlo en «un sitio urbano de memoria no sólo para los familiares, sino también para todas las personas que transitan esta ciudad», como explica el activista y defensor de los derechos humanos Jorge Verástegui.

«Los familiares nos hemos encargado de una tarea que es del Estado, que es buscar. Lo hemos hecho desde hace muchos años de manera independiente pero también de manera colectiva», dice Verástegui, quien defiende la Glorieta como un espacio de exigencia y de memoria.

Ante la ausencia de acciones por parte del Estado, explica el activista, los colectivos de búsqueda y los familiares son quienes se han organizado en brigadas de búsqueda y salen directamente al campo a buscar a sus seres queridos, «con o sin el apoyo de la autoridad». Además, indica, «hemos hecho aportes a la política pública, cambios legislativos que hemos propuesto desde nuestra experiencia. Eso lo tendría que hacer el Estado, pero no lo ha hecho y sigue sin hacerlo».

«A poco más de cuatro años del inicio de la nueva administración vemos a una subsecretaría de Derechos Humanos saturada, cansada, harta e incapaz de atender esta problemática; a una Fiscalía General de la República que no nos atiende, que está cerrada; y a un presidente de la República que no escucha», denuncia Verástegui.

Frente a la omisión de las autoridades, las familias de las víctimas se han organizado en colectivos especializados en búsquedas de campo y se han capacitado en temas forenses, legales y de uso de herramientas como drones. «Hay recursos humanos en las familias haciendo el trabajo del Estado y hay un aparato estatal detenido, que se le paga y que no hace nada», critica el activista.

«Se habla de desaparecidos, pero en el día a día las cosas siguen igual». Por ello, agrega, «hemos entendido que no necesitamos el reconocimiento del gobierno, no lo necesitamos cuando salimos a buscar y no lo necesitamos ahora para construir memoria. Lo que necesitamos es el apoyo de la sociedad para que reconozcan este espacio como la Glorieta de las y los Desaparecidos».

«Somos las principales interesadas y no nos vamos a quedar con los brazos cruzados», finaliza.