Foto: Regina Pérez / Prensa Comunitaria
La detención del exfiscal de DDHH, Orlando López, fue calificado por su abogada defensora, Jovita Tzul como un acto de venganza por haber procesado a militares que encabezaron masacres y desapariciones forzadas durante el conflicto armado interno. La jueza Ruth Ambrosio Peña le otorgó arresto domiciliario con una caución económica de 25 mil quetzales.
Orlando López, exjefe de la Fiscalía de Derechos Humanos quien procesó a Efraín Ríos Montt y dirigió otras importantes investigaciones contra militares, fue ligado a proceso por la jueza Ruth Ambrosio Peña, en un nuevo caso en su contra por abuso de autoridad en forma continuada. El Ministerio Público (MP) lo señala de haber ejercido como abogado cuando aún tenía una relación laboral con dicha institución.
Pese a que el MP como la Fundación contra el Terrorismo, querellante adhesivo en el proceso solicitaron que López fuera enviado a prisión preventiva, la jueza Ambrosio le otorgó arresto domiciliario luego de que pague una fianza por Q25 mil y el cumplimiento de varias obligaciones, como dejar su huella en el sistema biométrico del MP cada 15 días.
Al finalizar la audiencia, López manifestó su alivio por haber sido beneficiado con arresto domiciliario, ya que esto le permitirá resguardar su vida y su integridad y seguir trabajando. “Es evidente, que lo que ellos querían era que me quedara en prisión, tal como lo han hecho con otras personas a quienes han criminalizado”, señaló.
En su argumentación, la abogada defensora del exfiscal, Jovita Tzul, recordó que López fue suspendido en septiembre de 2016 sin goce de salario, luego de que se le procesara por un caso de homicidio culposo por lo tanto tuvo que buscar una alternativa para seguir generando ingresos, ya que sus hijos y su madre son dependientes económicamente de él. Él tenía derecho a trabajar, a ganarse la vida libremente, indicó.
La abogada señaló que el exfiscal nunca se presentó en las audiencias como exfiscal suspendido, sino como abogado, de haber sido así, “estuviéramos diciendo que abusa porque se está dando una investidura que no tiene, en este caso no es así”. López tampoco recibió dinero del Estado luego de su suspensión del cargo, según su defensa.
Si López no podía ejercer como abogado queda a una jurisdicción que no es la penal, tendría que discutirse tanto en la jurisdicción administrativa o laboral, argumentó Tzul.
La jueza Ambrosio otorgó un plazo de seis meses de investigación al MP para realizar la acusación y la etapa intermedia se realizará el 10 de octubre. Al cierre de esta nota, los abogados defensores realizaban los trámites para reunir la fianza y se esperaba que el exfiscal pueda recuperar su libertad entre este martes y miércoles.
Señalan amedrentamiento a exfiscal tras detención
Durante la audiencia, la abogada Tzul manifestó su preocupación por el uso indebido del derecho penal en este tipo de casos y por la forma en que los querellantes adhesivos se han referido al exfiscal. “Hay una foto en redes sociales, le está hablando al oído…y le dijo que le saludaba en nombre de su padre, que estaba cumpliendo años”, señaló en referencia a Ricardo Méndez Ruiz de la Fundación contra el Terrorismo.
Con ello, según la abogada, Méndez hacía referencia al trabajo que López realizó como fiscal de derechos humanos en casos del conflicto armado interno. “Estamos ante una venganza, porque no hay otro mensaje que se pueda recibir de ese amedrentamiento”, mencionó Tzul.
Si se está usando un proceso penal para verter venganzas en contra de personas que en su momento cuando si ejercieron su función hicieron un trabajo, ya se desnaturalizó el proceso penal, agregó.
Otra de las amenazas que según la abogada hizo Méndez Ruiz fue en referencia a que iba a mandar un mensaje para que descuartizaran al exfiscal. “Yo le hago de su conocimiento para que tome nota respectiva y si lo considera procedente mande a investigar dicha circunstancia”, dijo a la jueza.
Por su parte, Méndez Ruiz dijo que en el cruce de palabras que tuvo con López, el exfiscal le dijo “me van a descuartizar” en el centro carcelario, a lo que Méndez le respondió “civilmente sí lo vamos a descuartizar, como dijo Iván Velásquez, le vamos a aplicar la muerte civil”.
También aceptó que le dijo al oído a López que su captura era el mejor regalo de cumpleaños para su padre. La jueza Ambrosio tuvo que llamarle la atención al querellante luego de haber llamado “cobarde” al imputado.
El exfiscal considera que su detención es un acto de venganza por la labor que realizó como jefe de la Fiscalía de Derechos Humanos. “La prueba está ahí, con la Fundación contra el Terrorismo como querellante adhesiva”, indicó.
Es evidente que ellos han tratado de iniciar procesos penales en contra mía por la labor que realicé en la Fiscalía, algo importante que se acreditó en esta audiencia es que yo fui funcionario público hasta 2016, anotó.
Como fiscal de Derechos Humanos, López dirigió la investigación por genocidio y procesó al general Efraín Ríos Montt, condenado en 2013. También investigó la desaparición del niño Marco Antonio Molina Theissen y “Creompaz”, uno de los casos más grandes de desaparición forzada en la zona militar número 21 en Alta Verapaz, donde Ricardo Méndez Ruiz, padre del querellante adhesivo, fue comandante entre 1981 y 1982.
La detención de López es la última de una ola de casos de persecución penal en contra de fiscales, exfiscales, jueces, periodistas y políticos que enfrentan diversos procesos y que han levantado alarma a nivel internacional y nacional.
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