En el día Mundial de la Radio; ¡Radios libres y comunitarias, libres!
Desde hace tres años, cada 13 de febrero, se conmemora el día Mundial de la Radio. Instaurada por la UNESCO en el año de 2013, los objetivos de la jornada son concientizar al público y a los medios de comunicación acerca de la importancia de la radio; alentar a los encargados de tomar decisiones a crear y ofrecer acceso a la información a través de la radio; así como mejorar las redes y la cooperación internacional entre los organismos de radiodifusión, esta celebración incluye a las radios públicas, educativas, comerciales y comunitarias. Para los que trabajamos con las radios comunitarias y libres, no solo este día es importante para seguir promoviendo el desarrollo de ellas, la igualdad de género en el aire, el acceso a la información, la seguridad de los periodistas y la libertad de expresión.
Y no es para menos, el panorama de las radios comunitarias en México es difícil; dada la incidencia social en las problemáticas que aquejan a las comunidades en las que se encuentran insertas, la respuesta por parte de los grupos de poder ha sido dura y diversa, desde engranajes jurídicos, hasta el extremo del robo de sus equipos, golpizas y amenazas de muerte. Estos hechos solo dejan al descubierto un Estado que se fortalece con un sistema de administración de justicia permeado por la impunidad y con un esquema de comunicación resultado del Estado autoritario que vivimos, como afirma el teórico argentino Daniel Prieto: “el autoritarismo, en los procesos de comunicación dominantes, proviene de la organización autoritaria de la sociedad. Es un producto, un reforzador, y no una causa”. Y yo agregaría: un reforzador para mantener en pie un modelo económico extractivista, y un reforzador para mantener una “verdad histórica”.
De esta manera el órgano regulador de los sectores de radiodifusión y telecomunicaciones en México, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel), aunado a las múltiples trabas y dificultades que pone para operar en la legalidad a las radios comunitarias e indígenas, abrió un sitio especial en su portal de internet para denunciar radios que operen sin concesión (esto incluye a cualquier radio evangélica, comercial, etc,). De acuerdo con un comunicado emitido por el Ifetel el 27 de enero de 2016, menciona que la herramienta digital servirá para realizar denuncias de manera anónima o a título personal sobre la operación ilegal de frecuencias. Al realizar la denuncia se deberán incluir datos como el tipo de contenido de la transmisión (música, anuncios comerciales,esotérico, u otro) localidad en la que se escucha (estado y municipio) horario de transmisiones, además de otros elementos opcionales como la posible ubicación del transmisor o antena.
Con esta “herramienta de denuncias de radiodifusoras sin concesión” como ellos le llaman, a lo que apelan es al individualismo, a la denuncia entre vecinos, pero lo que se les olvida, y es por que sus principios están sustentados en la ganancia, es que al menos en las radios comunitarias que operan en la “ilegalidad” pero en la legitimidad que sus comunidades les confieren, porque existe un arraigo, son parte de la estructura comunitaria y han sido apropiadas por la gente que les escucha, la solidaridad es una base que sustenta sus proyectos políticos comunicacionales, caracterizandose así por poner a debate en los hechos la propiedad de los medios de comunicación y en la práctica cotidiana la comunicación dialógica sobre el concepto de información-manipulación de las grandes empresas mediáticas que operan en todo el globo.
Solo para poner un par de ejemplos: Era el año del 2008 y la entonces Comisión Federal de Telecomunicaciones montó en Oaxaca un operativo en la región del Istmo en contra de radios que no tenian “permiso”. Para ese entonces Radio Totopo tenía ya dos años de fundada y contaba con una gran simpatía en Juchitan y sobre todo en el barrio donde estaban sus instalaciones, producto de las múltiples actividades en las que la comunidad participaba. Teniendo encima las amenazas de la COFETEL, la cabina de Radio Totopo se saturo de llamadas telefónicas alertando que camionetas llenas de Policías Estatales iban por ellos, desbordando las expectativas de los locutores de la radio, señoras y jóvenes se reunieron afuera de las instalaciones y con palos y piedras se organizaron para impedir el decomiso, afortunadamente la policía se dio la vuelta y hoy radio Totopo tiene 9 años transmitiendo por la defensa del territorio ante los proyectos eólicos, no exenta de amenazas de muerte y ordenes de aprensión a sus integrantes, pero resuelta a seguir siendo una voz que amplifica la resistencia. ¡No!, los vecinos no los denunciaran, es una radio que se ha posicionado con años de trabajo, su cabina de radio tiene domicilio conocido, las puertas abiertas y los vecinos los cuidan, la mejor defensa de estos medios es el trabajo que hacen en su comunidad.
Así lo demostro la comunidad de Xochistlahuaca, Guerrero, en el mes de julio de 2008, cuando unos 40 elementos de la Agencia Federal de Investigaciones y de la policía ministerial se presentaron en las instalaciones de Radio Ñomndaa con la intención de clausurarla y llevarse su equipo de transmisión, ante esto, cientos de personas de la comunidad comenzaron a protestar a las afueras de las instalaciones de la radio, logrando parar el decomiso y el arresto de los comunicadores, a la fecha, Radio Ñomndaa sigue al aire, además de marcar un precedente en la defensa de los derechos colectivos de los pueblos indígenas, ya que posteriormente, la Comisión Federal de Telecomunicaciones (COFETEL) ofreció otorgar un permiso, sin embargo, las comunidades decidieron no aceptar el ofrecimiento y en un comunicado mencionaron: “Por cierto, en la ley Federal de Radio y Televisión no existe absolutamente ningún artículo en donde se reconocen las radios indígenas…por eso es que decimos que LO ESTAMOS EJERCIENDO EN LOS HECHOS, PORQUE EN DERECHO NO EXISTE. Ahora el gobierno a través de la COFETEL nos ofrece un permiso, el cual no aceptamos porque está condicionado…Por eso decimos que no queremos un permiso que somete, tampoco queremos dádivas… lo que exigimos es el reconocimiento pleno de nuestros derechos colectivos, como pueblos indígenas, parejo, a todos…”.
Es así que este 13 de Febrero, día Mundial de la Radio, queremos a las radios libres, comunitarias, indígenas o como se llamen, libres de ataduras legaloides, y como dirían los compas de Radio Ñomndaa; parejo, a todas, ¡las queremos libres ya!
Griselda Sánchez
Productora radiofónica mixteca, desde hace años realiza talleres para radios comunitarias. Estudió Ciencias de la Comunicación y la Maestría en Desarrollo Rural, ha obtenido diferentes premios en la Bienal Internacional de Radio. De la locura la han salvado la grabación de paisajes sonoros.
Hola. Estoy haciendo una investigación sobre este tema para teatro. ¿Podrías orientarme sobre dónde conseguir el libro de Rita Segato? Gracias (muy buen artículo)
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