Una de cada tres mujeres en el mundo ha vivido situaciones de violencia o física o sexual, la mayoría a manos de su pareja.

De los 25 países que registran las más altas tasas de feminicidio, el 50 por ciento se ubica en América Latina. En general los crímenes de odio contra las mujeres permanecen en la impunidad.

El Centro de Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL, por sus siglas en inglés), considera que la violencia de género se deriva de la discriminación y las desigualdades persistentes entre los hombres y las mujeres, mismas que permean las diferentes facetas entre lo cotidiano y lo político.

A decir de la organización regional dedicada a la protección de los derechos humanos en las Américas, la promoción de la paridad de género en todos los ámbitos sociales, posibilita el arribo de la justicia en los casos de mujeres violentadas, así como la creación de sociedades capaces de revertir las condiciones de inequidad.