En 2015, 110 periodistas fueron asesinados en el mundo, es decir, en promedio dos cada semana. En 67 de estos casos, la organización Reporteros Sin Fronteras tiene la certeza de que se trata de crímenes perpetrados como consecuencia de la labor periodística o mientras ésta se ejercía.

La imposibilidad de determinar los motivos por los que 43 reporteros perdieron la vida durante 2015, se debe a la falta de investigaciones oficiales imparciales y exhaustivas, a la mala voluntad de los Estados y a la dificultad de realizar las pericias en zonas donde la situación es inestable o está al margen de la ley. “Estos motivos indeterminados reflejan el problema de la impunidad en que permanecen los crímenes cometidos contra periodistas en muchas regiones del mundo”, precisa Reporteros Sin Fronteras.

A los 110 crímenes mortales contra periodistas perpetrados en 2015, se suman los homicidios de 27 periodistas ciudadanos y siete colaboradores de medios de comunicación.

De 2005 a la fecha, ya suman 787 los periodistas asesinados por motivos relacionados con el ejercicio de su profesión.

En su Balance de periodistas asesinados en el mundo 2015, dado a conocer el pasado 29 de diciembre, Reporteros sin Fronteras concluye que esta preocupante situación puede atribuirse a la violencia ejercida de forma deliberada contra los periodistas, además de que es muestra el fracaso de las iniciativas para proteger al gremio de comunicadores.

La organización lamenta la falta de respuesta de ciertos Estados en la protección de periodistas y pide una “reacción a la altura de la situación de urgencia”.

De acuerdo con el registro de Reporteros sin Fronteras, los países más mortíferos para los periodistas son, en orden de prelación: Irak, Siria, Francia, Yemén, Sudán del Sur, India, México, Filipinas y Honduras.

En 2014 dos tercios de los casos de reporteros asesinados en el mundo ocurrieron en zonas de conflicto. En 2015, por el contrario, dos tercios de los periodistas asesinados perdieron la vida en países que se dice están “en paz”.