Ciudad del Carmen, Quintana Roo | Desinformémonos. Símbolo de poder para los antiguos mayas, el jaguar que los ancestros creían que representaba al universo hoy se encuentra en mayor peligro de desaparecer junto con otras especies de animales, debido a la construcción del Tren Maya, en especial del tramo 5, que va de Cancún a Tulum, advierte en entrevista Raúl Padilla Borja, presidente de la asociación civil Jaguar Wildlife Center.

En esta zona donde antes había árboles legendarios, debido al nuevo trazo de la construcción sólo se ve una enorme franja árida por la tala indiscriminada, que a decir Padilla Borja, es la punta del iceberg de una posible catástrofe ambiental para el sur del país.

La preocupación para quienes se han movilizado radica en que el gobierno de México, a través de la Secretaría de Turismo (Sectur) y del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), no ha presentado la manifestación del impacto ambiental.

“No están considerando la cantidad de especies afectadas tanto de flora como de fauna. Hay muchas de ellas enlistadas en categoría de riesgo importante de manera nacional e internacional”, reitera Padilla Borja, quien desde la asociación civil que preside desde 2015 se ha dedicado al monitoreo de la fauna silvestre en esta zona del municipio de Solidaridad.

Al tiempo que el presidente Andrés Manuel López Obrador ofrecía su conferencia de prensa en Palacio Nacional y defendía el proyecto ponderando que en la obra intervienen 50 mil trabajadores y que cruzará mil 500 kilómetros de extensión por los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, este lunes Padilla Borja acompañó a activistas de la organización Greenpeace para exigir que se suspenda el proyecto, atándose a la maquinaria.

Frente a este escenario, el ambientalista recuerda que ésta es la cuarta vez que los responsables del Tren Maya cambiaron su trazo, adentrándose a la selva, donde hay poblaciones de jaguar, entre otras especies de animales. “Los árboles están siendo derribados por cientos de miles y en cada árbol podemos encontrar a todos los grupos de vertebrados”, explica.

De continuar con el proyecto, asegura el experto, habrá otros daños ambientales como la contaminación del manto freático. Recuerda que justo en esta zona hay roca caliza muy permeable que a través del tiempo ha generado ríos subterráneos, una red intrincada de cuevas y cavernas, que arrojan ventanas a la superficie conocidas como cenotes y que son un importante atractivo turístico.

“Esta agua potable, que ha sido, a través del ciclo de lluvia, depositada en la roca calcárea, esconde mucha información no sólo biológica, porque ha habido especies que no habían sido descritas por la ciencia y que se describieron a partir del buceo en cuevas. También hay información paleontológica, hay restos fósiles de humanos de la edad de hielo”, agrega el presidente de Jaguar Wildlife Center.

En contraste, López Obrador aseguró en su conferencia que el proyecto contempla viaductos para pasar por ahí, “no se tocan, no se afectan en nada los ríos subterráneos y cenotes, todo esto pertenece, la mayor parte, a hoteles que compraron de la costa hacia adentro, son zonas impactadas, no es monte alto, no es selva, son acahuales”, pese a la evidencia que señala la existencia de cedros, zapotes, chechéns y chakas.

A la lista del impacto ambiental, Padilla Borja suma la destrucción del patrimonio histórico, ya que en los cenotes hay entradas a altares que tienen estucados del posclásico tardío de diferentes fechas, relativas a la cultura maya.

Desde una selva herida que podría “desangrarse más”, asegura que las voces de ambientalistas y científicos, a las que se han sumado una comunidad de actores y cantantes, no están siendo escuchadas. “Los mismos científicos están siendo ignorados. Hay preocupación sobre todo en Calakmul, donde se afecta una reserva de la biosfera, y cualquier tipo de área natural debería estar protegida, pero no lo están. La afectación grave será para la selva tropical de Campeche y para una cueva en específico que es el Volcán de los Murciélagos”.

Ante esta situación, Padilla exhorta al presidente de la República al diálogo y a escuchar a los expertos, pues “como humanidad acabamos de pasar por una pandemia y al parecer la sociedad no ha reflexionado al respecto. Las pandemias empiezan cuando hay defaunación y deforestación”.