El Río Paraguay grita por auxilio
Si se deja la gestión de los ríos en manos exclusiva de los gobiernos, como generalmente ocurre hasta ahora, el riesgo y peligro sobre los mismos aumentarán. Los gobiernos, como el de Paraguay, están obsesionados en encontrar vías de exportación de mercancías. En ese afán impuesto, en gran medida por los agronegocios, el río es reducido a una función exclusiva de canal mercantil.
Actualmente el río Paraguay sufre una bajante histórica de sus aguas. El diario Última Hora de fecha 23 de septiembre informó que “las mediciones de los últimos días marcaron nuevo récord, llegando a -1.14, -1.11 y -1.07. Nuestro principal recurso hídrico del país que divide las regiones Occidental y Oriental está siendo afectado por la casi incesante bajante del río. Las imágenes muestran barcazas varadas y varias embarcaciones de distintos tipos encalladas”1.
La Unión de Gremios de la Producción (UGP) ya ha expresado su preocupación por que esta situación afecta su competitividad en el mercado internacional y las barcazas deben moverse con menor capacidad de carga, a pesar de esto el trabajo de dragado del río no se detiene, según informó la Agencia Nacional de Navegación y Puertos (ANNP). “En unos 4 meses se iniciarían los trabajos de derrocado desde el río Apa hasta Asunción. Hoy estamos haciendo el trabajo de derrocado, 200 metros aguas abajo del Puente Remanso, en pleno proceso de ejecución sin ningún inconveniente. Esto ayudará a desbloquear ese paso”2, dijo su titular Julio César Vera a medios de comunicación hace dos semanas atrás.
Mientras que el río presenta un escenario alarmante los grandes empresarios del extractivismo y el gobierno paraguayo mantienen como primera preocupación sus negocios y la alta presión al río.
Pero el río no sólo sufre de sequía, sino que lo han convertido en un depósito de barcazas chatarras, en el 2020 se estimaba que en un trayecto de 50 kilómetros en la zona de la ciudad de Villeta se encontraban 100 barcazas hundidas, mientras que unas 146 barcazas se encontraban amarradas en una isla cercana al distrito de Limpio. Recordemos que cada barcaza podría estar en alrededor de 200 toneladas.
Además, en el rio se vierten desechos cloacales, principalmente de Asunción, capital del país, y es común encontrar denuncias que dan cuenta también de desechos industriales, “unos 2 millones de litros de basura cloacal cada hora sin ningún tipo de tratamiento. Para peor, con los deshechos industriales suman 3,2 millones de litros”3, informó un medio de comunicación un año atrás.
Mientras los sectores empresariales no paran de repetir que Paraguay cuenta con una flota de más de 3.000 embarcaciones y aproximadamente 400 remolcadores. “Actualmente se transportan 22 millones de toneladas por la hidrovía Paraguay-Paraná y se estima que, para el año 2030, la cantidad de toneladas transportadas se incrementará a 50 millones”4, afirmó a. Hay más de 30 puertos privados sobre el río Paraguay, la mayoría de ellos especializados en granos y otros para cargas generales de contenedores.
Cada vez existen mayores presiones económicas hacia el río y los cauces hídricos, que se traduce en mayor castigo para las aguas. El río Paraguay hoy grita por auxilio, y no serán los empresarios ni el gobierno actual que agilizará acciones para salvaguardarlo. Sino serán los pescadores pobres, las comunidades campesinas e indígenas –que tienen una relación no monetaria con el río- quienes podrán tomar medidas efectivas para proteger este bien público y cultural, recuperar el río, los ríos, y protegerlos ante la avaricia depredadora del mal desarrollo.
1 Diario Última Hora, 23 de septiembre de 2024, La bajante del río deja a su paso un desolador paisaje.
2 IP Agencia de Información Paraguay, 8 de septiembre de 2024.
3 Lapoliticaonline, 13 de setiembre de 2023 (R, Ferreira) Nenecho promete ampliar el alcantarillado en Asunción y busca apurar recursos de Obras Públicas,
4 DENDE, Noviembre 2022. Transporte fluvial y logística. La importancia determinante de la hidrovía y la logística para la economía del Paraguay.
Abel Irala
Director e investigador de Base Investigaciones Sociales. Licenciado en trabajo social, posgrado en Ciencias Sociales, docente universitario.